Lo primero que mucha gente pregunta cuando oye hablar de la comida vegetariana es. ¿Que tiene de malo el comer carne? Millones de personas 10 hacen. porque debería yo dejar de hacerlo? Hay muchas razones importantes por las cuales es preferible no comer carne. No son razones emocionales o sentimentales, sino razones científicas. Considera los próximos argumentos que expondremos y esperamos que ellos te estimulen a comer en forma vegetariana.
¿Nuestros ancestros siempre comieron carne, ¿verdad?
¡NO! después de varios estudios, muchos científicos han concluido que nuestros primeros antecesores fueran vegetarianos y que comían carne solo en los momentos de crisis. Fue en la Ultima Etapa del Deshielo en la que el hombre tuvo que recurrir a comer carne para poder sobrevivir cuando escaseo la dieta normal de frutas, nueces y vegetales.
Desafortunadamente, la costumbre de comer carne continuo después de la Edad de Hielo, ya sea por necesidad (como los esquimales que viven en el Polo Norte), por habito, condicionamiento o falta de conocimiento adecuado de los beneficios del comer vegetarianamente.
Sin embargo, a través de la historia ha habido muchas personas y grupos humanos que se han dado cuenta de la importancia de una forma de comer pura como esencial para la salud, la claridad mental y el avance espiritual, y por ello son vegetarianos.
¿Pero, no es natural que los hombres coman carne?
¡NO! Los científicos saben que la dieta de cualquier animal corresponde a su estructura fisiológica. La fisiología humana, sus funciones corporales y su sistema digestivo son completamente diferentes de los animales carnívoros.
De acuerdo al tipo de dieta, se puede dividir a los vertebrados en tres grupos:
- Los que comen carne
- Los que comen hojas y hierba
- Los que comen frutas
Veamos de cerca cada uno para determinar en donde caen los hombres.
Animales Carnívoros
Los animales carnívoros, incluyendo al león, perro, lobo, etc., tienen muchas características únicas que los separan de los otros miembros del reino animal. Todos poseen un sistema digestivo muy simple en su estructura y muy corto, solamente tres veces la longitud de sus cuerpos.
La razón por la cual tienen así su sistema digestivo es porque la carne se descompone muy rápidamente y los productos de esta descomposición envenenan el torrente sanguíneo si permanecen mucho tiempo dentro del cuerpo. Esta es la razón por la cual la evolución desarrollo en ellos un tracto digestivo corto que pudiera hacer una rápida expulsión de las bacterias que causan la putrefacción de la carne.
De la misma manera fueron provistos de una producción de ácido hydroclorídico diez veces mayor que la cantidad que producen los animales no carnívoros, lo que les permite digerir sin problemas, huesos y tejido no fibroso.
Los carnívoros que cazan durante el frío de la noche y duermen durante el calor del día no necesitan glándulas sudoríficas para enfriar sus cuerpos lo cual hace que no suden por la piel, sino más bien lo hacen a través de la lengua.
Por el contrario, los animales vegetarianos como la vaca, el caballo, la oveja, pasan mucho tiempo durante el día al sol buscando su comida y sudan a través de su piel para enfriar sus cuerpos.
Pero la diferencia más significante entre los carnívoros naturales y las otras especies está en los dientes. Junto con sus afiladas garras, todos los carnívoros poseen unas mandíbulas muy poderosas con caninos puntiagudos y alargados que sirven para perforar la piel de las víctimas y arrancar pedazos de carne.
Ellos no tienen molares (las piezas planas de atrás en la boca) que poseen los animales vegetarianos y que son necesarias para moler los granos. Contrario a estos, no necesitan masticar la carne en la boca para predigerirla: esto ocurre mayormente en el estómago y en los intestinos. Un gato por ejemplo, apenas si mastica, traga.
Los animales que Comen Pasto y Hojas
Estos animales como el elefante, la vaca, el caballo, viven de comer hierba, pasto y otras plantas que son por lo general “toscas” y de mucho bulto. La digestión de esta clase de comida comienza en la boca con la enzima “ptialina” que se encuentra en la saliva. Para lograr su descomposición estos alimentos deben ser masticados muy bien. Es por esta razón que los animales herbívoros están dotados de 24 dientes “molares” y un movimiento de lado a lado de su mandíbula opuesto al movimiento vertical exclusivo que poseen los carnívoros. Además, no poseen garras o dientes cortantes; beben succionando el agua en su boca que es una forma opuesta al lamer de los carnívoros.
Dado que no comen alimentos que se descomponen rápidamente como los que ingieren los carnívoros, y que estos duran más en pasar por el tracto digestivo, este ha sido diseñado de tal forma que tiene una longitud que es diez veces la del cuerpo.
Un estudio reciente ha demostrado que si un animal herbívoro es sometido a una dieta de carne, esta tiene efectos extremadamente perniciosos en él. El Dr. William Collins, un científico del Centro Médico Maimónides de New York encontró que los animales carnívoros tienen una “capacidad casi ilimitada para manejar grasas saturadas y el colesterol” Si a un conejo se le añade media libra de carne diariamente, después de dos meses sus arterias se obstruyen con grasa y desarrolla una enfermedad grave llamada arterioesclerosis. El sistema digestivo del hombre tampoco ha sido diseñado para procesar carne y por lo tanto también se enferma como lo veremos más adelante.
Los Animales que Comen Frutas
Estos animales incluyen principalmente a los monos antropoides, los ancestros más cercanos al hombre. La dieta de estos animales se basa principalmente en las frutas y en las nueces. La piel está compuesta de millones de poros que le sirven para transpirar y también tienen molares para moler y masticar su comida. Su saliva es alcalina y la de los que comen pasto y hierba, contiene “ptialina”, la enzima que hace la predigestión. Sus intestinos son extremadamente circunvolucionados y son 12 veces el tamaño de su cuerpo, puesto que están diseñados para la digestión lenta de frutas y vegetales.
Los Hombres
Las características morfológicas de los hombres son muy parecidas a las de los animales que comen frutas y vegetales, y muy diferentes a las de los carnívoros, puesto que la formación ósea de la boca y mandíbula, el sistema digestivo, y las funciones corporales, son completamente diferentes a las de los carnívoros.
Al igual que el sistema digestivo de los antropoides, el humano es 12 veces más largo que el cuerpo; nuestra piel tiene millones de poros que sirven para que se evapore el agua y nos mantenga frescos; bebemos el agua succionándola como los animales vegetarianos; y nuestra saliva es alcalina y contiene la enzima ptialina para hacer la predigestión de los granos. Los humanos, obviamente, no son carnívoros por su fisiología y nuestro sistema anatómico demuestra que hemos evolucionado durante millones de años comiendo frutas, nueces y vegetales.
Más aún, es obvio que nuestros instintos no son carnívoros. La mayoría de la gente hace que otros maten los animales por ellos. Se enfermarían si tuvieran que hacerlo por sí mismos. Contrario a lo que hacen los carnívoros, el hombre cocina, fríe y hornea la carne en vez de comérsela cruda, y además la disfraza con toda clase de especias y salsas, de manera que no se parezca en nada a su estado natural.
Un científico lo explicaba de esta manera, “Un gato saliva frente a un pedazo de carne cruda cuando tiene hambre, pero no lo hará frente a una fruta. Si un hombre desplumara un pájaro, le arrancara sus miembros y disfrutara en lamer su sangre caliente, se podría concluir que dicha criatura es carnívora. Por el contrario, un manojo de bellas y exquisitas uvas lo hará salivar, y aún en la ausencia de hambre comerá fruta porque sabe tan bien”.
Científicos y naturalistas, incluyendo al gran Charles Darwin, quien nos dio la teoría de la evolución, estaban de acuerdo en que los primeros humanos eran consumidores de frutas y vegetales y que históricamente no ha habido ningún cambio fisiológico en nuestra anatomía.
El gran científico sueco, Carl Von Linné, dice – La estructura del hombre, interna y externa, comparada con la de otros animales, muestra que las frutas y vegetales constituyen su comida natural. Por lo tanto, queda claro desde el punto de vista de los estudios científicos que fisiológica, anatómica e instintivamente el hombre está perfectamente adaptado a tener como base de su alimentación los vegetales, las frutas y las nueces.