El Maestro, Swami Guru Devanand Saraswati Ji Maharaj, explico en sus libros “Junto al Maestro” & “Nacimos Para Triunfar”:
Si en un principio sólo era El Ser Supremo -sin forma, sin limitaciones, y más allá del tiempo y del espacio, de esa esencia se fue formando el mundo tangible, sólo proyectando esa esencia a una frecuencia vibracional tal, que una cosa parezca diferente a otra.
La única diferencia entre un objeto y otro es su frecuencia vibracional. Cada cual puede lograr esta experiencia sutil cuando se llega a un estado de Realización Divina o Iluminación… practicando una Técnica como es el Mantra Yoga Meditación.
El Ser Supremo es entonces la esencia de todo cuanto existe. Es lo que mueve todas las cosas, la vida y la muerte, el agua, el fuego, el viento y la tierra, sin que nada pueda dañarle.
El Ser Supremo crea el Universo aumentando y disminuyendo a voluntad sólo una pequeña fracción de su frecuencia vibracional, y en su gran y supremo “LILA” con suma lentitud la inteligencia suprema crea nuevas formas y especies a través de millones de años.
Entonces, el Ser Supremo es “Todas las Cosas”. La diferencia entre uno y otro objeto es sólo su frecuencia vibracional, pero en el fondo en lo más interno es el Ser Supremo. Todo es el Ser Supremo sin diferencias ni formas. La forma y el espacio son sólo cualidades del campo superficial relativo.
En el Campo Absoluto, campo de la esencia misma de todas las cosas no hay diferencias ni tiempo ni espacio. Todo es “Aquello”. Todo es “El”. Todo es el “Ser Supremo” con aparente forma. El Hombre es el Ser Supremo y todas las cosas son en su esencia “Aquello”.
El Ser Supremo entonces, que es y está en todas las cosas se manifiesta en los diferentes objetos del campo relativo de acuerdo a la capacidad y evolución de éste, ya sea mineral, vegetal, animal u hombre.
Así, el Hombre es el Ser Supremo en esencia y de acuerdo a la pureza y perfección de la mente, el Ser Supremo se manifiesta en mayor o menor proporción.
El alma, es la esencia, el Ser Supremo mismo, real, absoluta, Omnipresente, Omnisapiente, Omnisciente, Infinita, Perfecta, y eso es el Hombre. El Propósito de la vida es auto descubrirse, que el hombre se encuentre él mismo y descubra su real naturaleza Divina, momento en que todos sus velos son destruidos y pasa de la oscuridad a la Luz.
El propósito de la vida es desarrollar la energía Mística latente en todo ser humano. Es activar todos los niveles de conciencia individual para que la luz del Alma, que es luz de Sabiduría y Realización se manifieste en el ser humano y le colme de bendiciones.