La bienvenida de Hastamalaka
El Acharya continuó sus viajes y visitó lugares sagrados como Gokarna, Hari-Shankara (actual Harihar, donde cantó once versos alabando la forma combinada de Shiva y Vishnu), así como Mookambika, un templo de gran poder espiritual donde se quedó varios días adorando a Devi (lo divino con forma femenina). Un día fue a una aldea de nombre Sri Bali que estaba llena de observadores del Dharma (conjunto de comportamientos, conductas, deberes, etc., que indican la forma correcta de vivir).
Allí, un brahmín llamado Prabhakara se acercó al Acharya con su hijo pequeño. Postrándose ante el Acharya, expuso cómo su hijo de siete años se comportaba como un idiota, como si su mente no estuviera desarrollada. Él no juega con otros niños, incluso si otros lo golpean, él no se molesta, a veces no le importa la comida, ni siquiera se ha aprendido el alfabeto. “El primer período de su vida ha sido en vano “, lamentó.
El Brahmana, hizo que el niño que brillaba en apariencia como una mecha de fuego cubierta de cenizas, se postrara ante Shankara, pero el niño no se levantó, se mantuvo postrado en esa posición. El Acharya lo levantó y se dirigió al niño de esta manera: “¿Quién eres? ¿Por qué te comportas así, como un ser inerte? A esto el niño respondió en doce versos exponiendo la doctrina del yo espiritual. Estos famosos versos comprenden lo que se conoce como Hastamalakiyam, la verdad se había vuelto tan natural para él como el sostener una fruta amla (grosella) en la palma de la mano.
Shankara le dijo al brahmín que el niño conocía la verdad del Atman, en virtud de sus prácticas espirituales de su vida pasada, no tenía apego a los objetos materiales, no tenía sentido del “yo” con respecto al cuerpo. Shankara se dirigió luego al niño diciéndole que lo mejor que él podía hacer era, no quedarse con el brahmana, sino que lo siguiera y que fuera uno de sus discípulos. Shankara nombro al niño Hastamalaka, el tercer discípulo importante.
Sri Shankara en Sringagiri (Sringeri)
El gran sabio viajó a Sringagiri (Sringeri) donde el sabio Rishyasringa había meditado durante mucho tiempo sobre el Ser Supremo. El lugar estaba habitado por un gran número de personas virtuosas que eran hospitalarias y que realizaban regularmente Yagas (rituales que se realizan frente a fuego sagrado) védicos. Allí, el Acharya expuso a los eruditos que eran receptivos sus comentarios, la doctrina de la unidad del yo con el Brahman y liberó a las personas de sus supersticiones.
En Sringeri hizo construir un templo tan elegante como Indraloka (el cielo de los Dioses), instaló en él una imagen de la Divina Madre e instituyó las formas de adoración. Al recordar la promesa que le había hecho la Divina Madre en la mansión de Mandana, Acharya invocó a la misma para que residiera en Sringeri como Sharada (otro nombre de la Diosa Saraswati). Allí reside hasta el día de hoy, concediéndole a los devotos sus oraciones.
En Sringeri, un nuevo discípulo llamado Giri, se unió al Acharya. Se destacó por su obediencia, diligencia, rectitud y devoción con la que se dedicaba al servicio de su maestro, cuyos requisitos anticipaba y cumplía con esmero; se empeñaba en nunca hacer nada que pudiera interpretarse como una falta de respeto hacia su maestro; no se sentaba con indiferencia ante él, no hablaba demasiado en su presencia, caminaba siempre detrás del Acharya sin mostrar nunca su espalda. Los otros discípulos lo tomaron por ser una persona aburrida e ignorante, por lo que eran indiferentes con él. El Acharya conocía su corazón y esperó el momento adecuado para manifestar la grandeza de este a los demás. Un día, Giri llegó tarde a la clase de la mañana. Los demás discípulos estaban inquietos e instaron al Acharya a comenzar la clase sin Giri. El Acharya, por su amor por Giri, despertó en él el conocimiento del Supremo.
Giri llegó a la clase bailando y pronunciando un gran himno en el metro (en poesía, es la estructura básica de ritmo que contiene un verso) conocido como Totaka. La devoción al Gurú es un apoyo en la escalera que ayuda al hombre a ascender al elevado estado de absorción espiritual conocido como Samadhi. Fue la gracia del Acharya lo que le permitió a Giri, el cual era considerado un tonto, componer un himno lleno de sabiduría y habilidad poética. Como el poema recitado por Giri se encuentra en el metro de Totaka, el Acharya lo llamó Totakacharya. Este poema breve pero extraordinariamente bello y bien razonado es una introducción al estudio del Vedanta y se conoce como Totakashtakam.
El Acharya continuó su trabajo en Sringeri, pidió a sus cuatro discípulos principales que escribieran tratados sobre el Vedanta. Sureshwara escribió Naishkarmya Siddhi, una exégesis de dos de los comentarios de Acharya sobre Brihadaranyaka y Taittiriya Upanishads (Vartika). Padmapada compuso su famosa obra sobre los Bashyas (Comentarios) del Brahma Sutra que había realizado el Acharya, mientras que Ananda Giri (Totaka) y otros discípulos produjeron otras obras llenas de fervor espiritual.
El favor de Shankara a Aryamba
Durante este tiempo, el Acharya tuvo la intuición de que su madre pasaba por sus últimos días e informó a sus discípulos. El gran Siddha que era Sri Shankara, se transportó a Kaladi en muy poco tiempo. Al ver la condición desgastada de su madre, se postró ante ella. Aryamba fue liberada de toda angustia al verlo. A pesar de ser un Sanyasin, conocido por su falta de apego, se volvió tierno en su corazón al ver a su madre. A petición de Aryamba, Sri Shankara comenzó a instruirla sobre el conocimiento del Supremo, sobre el Brahman Impersonal que, sin embargo, no podía absorber. Luego recitó un himno sobre Shiva, que trajo a los emisarios de este último. La madre parecía asustada. Luego recitó un himno a Vishnu al escuchar que ella vio la forma radiante de Conciencia Pura en su interior.
Aryamba dejó su espiral mortal con su mente absorta en el Señor. Cuando el Acharya llamó a sus vecinos y antiguos familiares para pedirle ayuda en la cremación, lo despreciaron de esta manera: “Oh Sanyasin, ¿qué derechos tienes para realizar tales ritos?” Se mantuvieron firmes y se negaron incluso a dar fuego para cremar el cuerpo. No perturbado por su postura, el propio Acharya generó fuego de su propia mano derecha y completó la cremación. Luego maldijo a la gente del lugar: “¡Que te vuelvas incompetente para estudiar los Vedas! ¡Que ningún Sanyasin visite tu lugar para bhiksha! ¡Que cremes tus cadáveres en los complejos de tu propia casa!
Después de que el Acharya le confirió el estado eterno de Vaikunta a su madre, viajó a través de varios lugares difundiendo su doctrina de la unidad.
La Panchapadika de Padmapada y su devoción
Padmapada, quien había completado la exégesis según lo ordenado por el Acharya, realizó una larga peregrinación en el Norte y el Sur de la india. En Srirangam, dejó sus manuscritos con su tío. Al regresar de Rameshwaram, su tío lo sorprendió al informarle que sus manuscritos se habían perdido en un incendio. Desanimado, se dirigió hacia el Acharya que estaba en Kerala y le narró su dolorosa historia. El Acharya consoló a su discípulo con palabras dulces y esclarecedoras: “Nadie puede vencer los efectos del Karma”. Yo ya había previsto este suceso y se lo había comentado a Sureshwara. Mientras estábamos en Sringeri, tú me habías leído cinco capítulos de tu trabajo, yo me recuerdo del mismo por completo por lo que ahora te lo dictaré para que así puedas anotarlo una vez más “. Padmapada anoto todo el libro según lo dictado por Shankara y al completarlo bailó de alegría. De este modo, el trabajo de Padmapada sobre el Brahma Sutra, según los Bhashyas (Comentarios) de Sri Shankara llegó a ser conocido como Panchapadika.
El Acharya continuó sus viajes ganando los debates que sostuvo con varios eruditos, entre ellos los Jainistas, Madhyamikas (Escuela budista del camino medio), Lingayats (Religión hindú que venera al Dios Shiva) y los seguidores de Bhatta Bhaskara (Fue un Filósofo Hindú y defensor de la escuela filosófica Vedanta Bhedabedha, la cual ensena que el Ser individual ‘Jivatman’ es a la vez diferente y no-diferente de la realidad ultima conocida como Brahman. Basándose en esta interpretación, Bhatta Bhaskara escribió unos comentarios de los Brahma Sutras y refutó la doctrina de Shankara sobre Maya).
La doctrina de Shankara nos dice: “Los Vedas no pueden mostrarte Brahman, ya eres Eso. Solo pueden ayudar a quitar el velo que oculta la verdad de nuestros ojos. El cese de la ignorancia solo puede venir cuando sé que Dios y yo somos uno; en otras palabras, identifíquese con el Atman, no con limitaciones humanas. La idea de que estamos atados es solo una ilusión *Maya*. La libertad es inseparable de la naturaleza del Atman. Esto es siempre puro, siempre perfecto, siempre inmutable”.
Algunos de ellos recurrieron a medios físicos violentos para subyugar a Shankara; para poder reprimirlos, el rey Sudhanva los combatió con su ejército. Dentro de sus giras más triunfantes se puede mencionar Karmapura, donde obtuvo varias victorias contra Navagupta, un pensador destacado de la Escuela Shakta (una importante escuela del hinduismo que se centra en la doctrina de la energía, del poder y en la que la realidad metafísica se considera metafóricamente femenina y Adi Parashakti es suprema). Después de Navagupta haber sido derrotado, astutamente siguió a Sri Shankara haciéndose pasar por su discípulo y luego usó magia negra con el fin de hacerle daño al Acharya.
Shri Shankara sufrió físicamente, pero rechazó todos los remedios médicos en los que insistieron sus discípulos. Finalmente, por la gracia del Señor Shiva, los Devas Ashwini (en la mitología hindú, son dioses védicos gemelos que se especializan en medicina) aparecieron y declararon que la enfermedad había sido causada por magia negra y que por esa razón no respondería a ningún tratamiento. Padmapada se enojó terriblemente cuando se enteró de lo ocurrido y por medio del uso de su mantra, hizo que Shakti transfiriera la enfermedad al mismo Navagupta, mostrando así su devoción una vez más.
Los cuatro monasterios de Amnaya
Shankara consolidó su trabajo estableciendo en las cuatro direcciones de la india, cuatro Monasterios llamados Amnaya (tradición sagrada transmitida a través de la repetición / eso que es entregado a la memoria) con el fin de sostener y fomentar la tradición sagrada del Sanatana Dharma (tradición eterna / el camino eterno). Teniendo en cuenta que los monasterios deben servir como lugares de sabiduría espiritual y paz para todos los buscadores de la Verdad, Sri Shankara eligió lugares con abundante esplendor natural y serenidad. Sri Shankara eligió Puri en el Este y Dwaraka en el Oeste, ambos ubicados a orillas del mar. El Acharya también eligió Badrinath en el norte y Sringeri en el sur por el aura natural y las imponentes montañas escénicas que se encontraban en ambos lugares.
Sri Shankara asignó un Veda a cada uno de los Monasterios, lo que significa que cada Monasterio desempeñaría un papel importante en los esfuerzos para sostener y propagar ese Veda en particular. Así, Rig, Yajur, Sama y Atharvana Veda fueron asignados a los monasterios de Puri, Sringeri, Dwaraka y Badrinath respectivamente. Sri Shankara también designó uno de sus cuatro discípulos principales, a cada uno de estos Monasterios. Asignó a Sureshwara a Sringeri, Padmapada a Dwaraka, Hastamalaka a Puri y Totaka a Badrinath. Que todos estos Monasterios funcionen hasta el día de hoy, muestra el vigor del movimiento iniciado por Shankara con el objetivo de propagar el Advaita Vedanta y el Sanatana Dharma en general.