Todos sabemos que los órganos de la respiración comprenden los pulmones y demás órganos por donde pasa el aire para llegar a ellos. Cualquier doctor nos dirá, que a menos que una cantidad suficiente de aire fresco llegue a los pulmones, la sangre venosa no podrá purificarse, y haciendo esto, que nuestro cuerpo se llene de una gran cantidad de venenos y desperdicios por no haber sido posible el eliminarlos, regresando éstos a la circulación, envenenando todo el sistema, y apareciendo la muerte en el horizonte.
Una forma correcta de respirar nos da una buena circulación y una buena circulación nos da un concepto mental de salud y vigor abundante, una tez clara y una firme actitud hacia todas las necesidades de la vida diaria.
Los sabios han enseñado a sus discípulos (usualmente en secreto y en forma oral) que existe en el aire una substancia de la que la Vida se deriva. Encontramos en la filosofía Cristiana, también, y en las enseñanzas de las Escrituras, que “Dios hizo al hombre y sopló en él su alma inmortal…” “…sopló en su nariz el Aliento de Vida”. No importa cuál sea la enseñanza oculta o filosófica, la escuela o el período, encontramos la teoría referente a esta fuerza que es idéntica, aunque los nombres empleados pueden variar grandemente. En el Sánscrito esta fuerza se le llama “PRANA”, la que le daremos el significado de Energía Absoluta, Fuerza Vital, la Esencia de la Vida, Etc.
Ahora imagínate que este Prana, el principio de toda energía en el Universo, se encuentra en todas partes; que no existe un lugar donde no esté. En sus operaciones elimina tiempo, distancia y substancia, pues todo lo penetra. Donde quiera que hay vida, hay Prana, o electricidad o éter (si es que estas palabras te permiten tener una idea más clara de esta fuerza).
La ciencia moderna prueba que, en todo átomo, electrón, ión, hay vida; entonces es evidente que el PRANA se encuentra en todas partes y en todo lo que vive.
EL PRANA puede ser considerado como el alma de la fuerza y energía en todas las formas. Es el principio que origina la actividad y acompaña la vida. Así, el PRANA está en el aire, pero no es el aire, o aún uno de sus constituyentes químicos. Todos los animales, todas las plantas – Tú y Yo- lo obtenemos con el aire que respiramos, pero si pudieras imaginarte por un momento que tú estás lleno de aire, y este aire que respiras no contuviera PRANA, tú morirías.
El Prana es absorbido por nuestro sistema físico juntamente con el oxígeno, y sin embargo, no es el oxígeno. Todo lo que se puede decir es que, el Prana es la Fuerza Una, que penetra aún donde el aire no penetra, omniabarcante, el Espíritu del Aliento de Vida.












































































































