Cuando hay un árbol que esta marchito. Que no da frutos, que está indeciso. Busca la forma para animarlo. Toma su sombra. Busca su abrigo. Hazlo sentirse necesitado. Útil al mundo.
Dale tu mano. Bríndale fuerzas, apoyo y ámalo:
Toma la fruta que está madura. No desperdicies su gran dulzura. En ella brillan las bendiciones. En ella cantan los ruiseñores. Contiene el néctar que te alimento. El alimento que te sustenta. No desperdicies su colorido. Es el regalo que has merecido. Con la pureza de la inocencia. Por la inocencia que tu has tenido!











































































































