Es un torrente de luz la que esparce su sabiduría en las tinieblas de la ignorancia. Es el nacer de la verdad ahogando para siempre a lo mentira.
Es el latir de un corazón que ha comenzado a despertar del sueño horrible del encierro.
Y es el frágil cargamento que por años y uno a uno, va aumentando nuestro peso hasta que falte el aliento.
Eso es la vida. Ilusión y realidad. Una balanza donde la luz que siempre existe es opacada por la ignorancia; la cual desciende, la cual asciende, la cual depende de la pureza.
Eso es la vida. El despertara la inocencia, a la pureza, a la clemencia. Donde las noches son como días, en otras tierras y en otros mares. Y caminando con nuestros soles, la noche alumbra y el viento sopla.
Eso es la vida. El quemar karmas y sinsabores. El llorar junto a la luz Divina. El calentarse noche tras noche con la amplia gama de tus amores.
Eso es la vida. El crecer juntos. Y cruzando juntos el río tan ancho de las pasiones. Abrir los ojos, cerrar la boca, respirar hondo, marchar contigo.
Cantando siempre. Mirando lejos. Sin alegrías y sin tristezas. Pues el camino hay que ascenderlo te guste mucho o te guste poco. Con inocencia y sin cobardía. Para que un día tras la cortina vieja y cansada, halles al fondo la única casa.











































































































