Son intimidades. No las cuentes a nadie. Ocurren en silencio. Cuando mi señor viene. Con su radiante luz. Entonces nos encontramos. Las horas parecían siglos. Con incienso y flores le espero. Siempre.
Y cuando llega, me toma en sus brazos ¡Oh Ser Supremo! Gracias por tu misericordia. ¡Otra vez juntos!
Luego de tenerte tan cerca, ¿Quién puede pedir cosas, materiales? ¡No te vayas! Quédate un minuto más. Sé que siempre estás conmigo. Pero cuando tomas forma, entonces es diferente.
¡Soy Tu, eres Yo! ¡No existe en el mundo una unión más grande!
DIOS sin forma. DIOS con forma. Siempre el mismo y único DIOS. Gracias por estos momentos íntimos, en los cuales solo existimos… Tu y Yo.
Son mis secretos íntimos. Mis experiencias con Mi Señor. No los reveles. Pues algún día, también serán tus intimidades. Y las intimidades hay que vivirlas en silencio… en secreto… sin que nadie más se entere…
En silencio, sin palabras, todos los días en la soledad de mi interior, hablaba con Mi Señor: Primavera, verano, otoño, invierno. El tiempo cambia. Pero tu no cambias, amado Gurú. ¡Eres siempre el mismo Bendito Señor!
¡Padre mío, te he descubierto! ¡Gracias a tu divina misericordia, te he descubierto! ¡Oh mi Gurú! Tu eres la fuente de todo cuando existe. Eres el Ser Supremo con aparente cuerpo ¡no te dejare ir Señor, no te dejare ir! Me amarraré a tus pies, y ni tormentas ni terremotos podrán separarnos.
¡Te amo! Te amo tanto, pero no sé cómo demostrarte ese amor. Mantenme debajo de tus sagrados pies. Písame fuertemente. No me dejes salir de tí.
No quiero nada. Porque en tí lo tengo todo. Comprendo que todo lo que tienes es mío. Porque soy tu hijo. No hay nada que pedir ni desear. Si tu eres El, yo soy Tu!!!
Te vi. Caminar lentamente entre los arbustos. Las flores sonreían. El aire cantaba. Y los ríos te acompañaban. Y tú, como un ángel disfrutabas de tan bella armonía. Sonreíste, y el sol brillo más. Mirantes al cielo, y las nubes se inclinaron ante ti. Luego cantastes y yo… llore por tu
amor!!!
Eres la auto existente luz que irradia solo amor. Eres la paz que reside más allá del silencio. Eres el pensamiento sumergido en el infinito mar de la armonía. Eres… solo Eres. ¡Eres DIOS! Oh Señor,
Soy tu perfecto instrumento, a través de mi fluyen como torrentes de agua viva tus pensamientos, tus emociones, tu energía toda. Digo lo que deseas que diga, sin más equivocaciones que las que Tu deseas que tenga, para así moldearme a Tu forma.
Oigo lo que deseas que oiga, para así integrarlo lentamente a mí, y utilizarlo cuando corresponda para hacerme uno con tu Ser.
Siento lo que Tu quieres que sientas, pues cual caudaloso río fluyen de tu Ser todo tipo de emociones, en tu celoso afán de darme las más ricas experiencias.
¡Pues solo tú habitas este mundo!
¡Soy el auto, eres el conductor! Soy el rayo de luz y Tú eres el sol.
¡Soy la humedad pero Tú eres el agua.
Gracias Eterno Rey, por utilizar estas humildes palabras para expresar tu mensaje eterno!!
¡Oh Señor, como las pascuas, me hiciste florecer crecí en tu jardín, radiante de colores!
¡Córtame señor, y disfruta mi fragancia! Es solo para ti. Deleita tu vista con mis pétalos. ¡Pues soy tuyo Señor, solo tuyo! Y todas mis flores las ofrezco a ti.
Quiero ir a tus faldas. Y como un niño disfrutar de tus caricias. Aliméntame con tu divina presencia. Llévame al altar del Altísimo. Solo puedo disfrutar de tu presencia. Solo tú eres real.
Yo se que lo posees todo. Más hay algo que quiero darte. Te entrego mi amor incondicional. Acéptame como una humilde ofrendo. No quiero pedirte nada. Solo deseo darme todo a tí.
¡Tómame Señor, tómame por favor!
¡Quiero ser tuyo Señor! Llamarte padre. Solo de ti quiero vivir. Tú alimentas a las aves y a las plantas. Aliméntame también a mí. Aliméntame, con tu sabiduría!!!
Ya no quiero ser tuyo, porque mientras sea tuyo, aún existen diferencias entre tu y yo. ¡Y no. soporto diferencias!
Quiero ser Tu. ¡Señor, quiero ser Tú! Deseo penetrar profundamente dentro de tu Ser y convertirme en tu propio espíritu. ¡Conviérteme en Ti, mi DIOS, conviérteme en Ti!.
No hay dos. Solo uno. Porque yo soy Tu. Porque Tu eres Yo. Nada ni nadie puede separarnos. Ni siquiera la eternidad, porque Tu eres la eternidad. Estás más allá del tiempo y del espacio. Eres el infinito. Y yo soy Tú. Estas en mí y estoy en ti.
¡Relámpagos, truenos, terremotos, todo esto reina en mi! Porque hoy conocí a DIOS. Mi cuerpo se estremece. Mi mente truena. Y yo que soy espíritu, relampagueo con luz de DIOS!!!
¡Sígueme! -dijo mi Señor.
Si quieres paz, sígueme. Descansa en mí.
Si en tus playas ya cansadas, se ha escondido la tristeza.
Si buscando por mil rumbos, solo aparecen fracasos. Y si el amor se ha esfumado en los colores del tiempo,
Sígueme.
Que yo conozco la fuente que apaga tu sed de versos. Y conozco la alegría del amor del ser supremo.
Sígueme. Allá al final del camino, esta la sombra que buscas. Regocíjate.
Y disfruta cada una de las puertas más estrechas. Donde la anchura del Cielo se refleja en sus adentros.
Sígueme hasta el infinito.
Que DIOS espera en tu cielo.
Sígueme sin detenerte por caminos, por veredas, por pantanos y por valles.
Sígueme con tus sentidos, con tu mente y con tu vida.
Los Sígueme hasta el infinito, que DIOS espera en tu cielo.
El me sonreía con ternura, con los ojos rebosante de amor.
Y me dijo dulcemente:
Medita. Medita en el amor. En la alegría. En el nacer de las mañanas. En el sentir durante el día. Medita en las estrellas y en los soles, y déjate llevar hacia la cumbre, donde ese sol y esas estrellas nacen
Deja salir de tu interior esa Divinidad latente. Déjala escapar. Está prisionera en tu interior. Abre las puertas a la inmortalidad. Y luego, sé feliz. ¡Eternamente feliz!
Camina, pero camina firme. Con pasos seguros. Borra la ignorancia. Aparta esa cortina. Y abre los ojos al Creador.
Ten paciencia. Poco a poco. Lentamente. Como se pone el sol. Como sale la luna. Como nace el amor. Como crece una flor.
Comes todos los días. Duerme todos los días. Respiras cada pocos segundos. Tu corazón late continuamente. Con ritmo. Nunca te canses. Imítalos. Medita regularmente. Se constante para buscar a DIOS. Solo así lo hallarás. Persevera. Persevera siempre.
Entrégate. Con sinceridad. No guardes secretos para con DIOS. No puedes. Abre tu corazón. Muestra lo más recóndito de tu ser. ¡Pureza! Pureza extrema. No escondas nada. Deposítalo todo, todo absolutamente todo, a los pies de DIOS!!
Ama. Ama sin esperar cariño. Amo por amar. Da la de amor. Libertad a los que amas. Amo, pero mantente libre. Sin apego. Ama a todos. Amalo todo. Pues DIOS está todas las cosas.
Ama al dolor. Es tu amigo. Te purifica. Te acerca más a DIOS. La alegría te hace vanidoso, te aleja de DIOS. Pero el dolor te obliga a acércate a EL. ¡Bendito dolor!
Lucha. Lucha incansablemente. Aunque el cuerpo caiga. Libérate. Esa es tu meta. No descanses hasta que logres ser libre. Logra tu meta. Sea a como sea. ¡Ama la libertad! Logra la libertad.
La gente mundana sufre pop los bienes materiales, ama el dinero. Pero tú, sufres, sufres intensamente por qué no ves a DIOS. Sufres por esa separación tan insoportable. ¡Si has de llorar, llora por DIOS!
¡Arrójate a los pies de DIOS! ¡Arrójate a los pies de DIOS! Hoy y para siempre, arrójate a los pies de DIOS!
Identifícate con la paz. Con el silencio. Con la verdad. En tu lenguaje. En tus pensamientos. En tus actos. Demuestra que DIOS reside permanentemente dentro de tu corazón.
El camino es estrecho. Las cosas buenas son caras, difíciles de obtener, pero cuando se logran, entonces todo aquella resulta nada comparado con el premio. ¡Felicidad, sabiduría, inmortalidad! ¡Ese es el premio!
El cuerpo sale de la tierra, i va a la tierra. Lo ríos salen del mar y van al mar. ¡Tú sales de DIOS, y vas a DIOS!
Aprende a ver a DIOS en todas las cosas. El está dentro de cada persona. Buenas y malas. Dentro del monje. Dentro del limosnero. Dentro del ladrón. Dentro de Ti
DIOS está en las hormigas y el elefante. En el alacrán. En el árbol. En la hierba. En el mar. Está en las sonrisas. En las lágrimas. En las tormentas. Es el sol, la luna, las estrellas.
Te acaricia en el viento. Te perfuma en la flor. Te protege en tu Padre. Te besa en tu Madre. Es el alimento. Es luz y sombra. El es odio, y es amor.
El es el perseguido y el perseguidor. Es el actor y el público. Es la realidad y la fantasía. Es el perdón y la paz. Es el rencor y la duda.
Es el auto, el edificio y el dinero. Solo El habita este mundo. Aprende a reconocerlo. No te dejes engañar por la ilusión. Rompe de una vez esa cortina de ignorancia que cubre tu mente. Aprende a ver la verdad. ¡Despierta, hijo mío! ¡Aprende a ver la verdad!
Cuando haya sombras, llama a tu DIOS.
En el pecado, llama a tu DIOS. En la alegría y en la tristeza. En la ignorancia y en la verdad.
¡Llama a tu DIOS! ¡No se te olvide! ¡Llama a tu DIOS!
Alguien está tocando a tu puerta. Lleva mucho tiempo esperando. Ábrele. El llenará tu vida. Te amará con todo el amor más profundo que existe. Te protegerá. El llevará tu pesada carga.
Ábrele. Y llámalo por su nombre. ¡Llámalo Padre!
Aprende a reinar con El. Pero antes, debes de conocer todo su reino. Recorre el reino de tu Padre. El te mostrará todas sus posesiones. El te hará su heredero. ¡Y tu reinarás con El eternamente!
Aprende a sembrar. Con cariño. Con mucho amor. Siembra la palabra de tu Padre en todos los corazones que encuentres por delante. Siémbralas con tu ejemplo. Con tus palabras. Con tus actuaciones. Siémbralas con tus ojos. Con tus oídos. Con tu boca… siémbralas con tu mente. Con tus pensamientos. Con tus manos. Con tus piernas. ¡En todas las formas existentes, siembra la palabras de tu Padre!
Si el terreno es árido, abónalo con tu cariño. Si el terreno es seco, riégalo con tu paciencia. Si el terreno es duro ablándalo con la espada del discernimiento. Pero siembra. ¡No te canses de sembrar!
