Cuando uno comienza a comprenderse, es más fácil comprender a los demás. De ahí viene la plenitud de las acciones del ser humano, pues en ese estado de comprensión la persona se siente más satisfecha y preparada para ayudar a los demás.
Un profesor, como un maestro espiritual, quiere ayudar a los discípulos, pero el maestro prefiere ayudar a aquellos que son más serios, los que obedecen, los que asimilan las enseñanzas, los sinceros; no a aquellos que dicen “si” al maestro, pero cuando él da la vuelta hacen otra cosa; por ejemplo, un maestro pregunta a un discípulo “¿usted fuma marihuana?” y éste responde “no, maestro, ya he dejado eso”, pero al dar la vuelta el maestro la persona sigue con lo mismo.
Lo peor es decir mentiras al maestro pues él está para ayudar al discípulo en su desarrollo y cuando se le dicen mentiras la persona crea acciones que se revierten en su contra, que luego caen por su propio peso.
Usted puede decir mentiras a sus amigos, a sus padres, pero decir mentiras a su maestro es muy grave y eso provoca que nunca tenga éxito en la vida. Tan pronto el maestro se da cuenta de que el discípulo no es sincero, que dice mentiras, el maestro no pierde más tiempo con ese discípulo. Lo mismo que un profesor en la escuela, que cuando ve que un estudiante no es sincero concentra sus esfuerzos en otro más responsable y serio. Eso es muy natural.
Es por eso que es muy importante que el individuo haga algo para aumentar su inteligencia, para comprender esas leyes y teorías y estar en una mejor disposición para aplicarlas a su favor y así llegar al estado de iluminación y sabiduría en un tiempo más corto. Cuando se llega a ese estado entonces se puede extender la mano para ayudar a otros que quieran subir.
No permita que cuando usted extienda su mano para ayudar, en lugar de usted ayudar a subir a otros, ellos tomen su mano y le tiren hacia abajo.
Es por eso que cada uno de nosotros es responsable de que nuestra sociedad, nuestro país, nuestro pueblo y nuestro mundo caminen mejor y que todos podamos vivir en paz y tranquilidad.
Ojalá la gente pueda caminar sin miedo, no como sucede en algunas ciudades que cuando se camina por las calles comerciales se notan varias cerraduras en cada puerta y rejas de hierro, a veces dobles. Inmediatamente uno observa eso se da cuenta de la clase de gente que compone esa sociedad. No hay que preguntar a nadie, basta con ver y ya uno sabe. Sin embargo, usted visita otras ciudades y observa que no hay rejas ni muchas cerraduras, de ahí también se puede deducir la calidad de la gente de esa sociedad.
Hay sociedades donde usted sale de su casa y deja la puerta abierta, se va a otra ciudad y después de un tiempo regresa y nadie ha entrado a su casa. Hay una gran diferencia, ¿por qué? La diferencia es el nivel de desarrollo.
En algunas casas sucede que la madre debe tener todo bajo llave, el padre no confía en los hijos, los hijos no confían en el padre. No debemos caer en ese tipo de situación, el ser humano tiene que hacer algo para lograr su superación, para vivir una vida mejor, es por eso que en nuestra organización damos conferencias sobre la Filosofía Yoga.
La ley del karma, la teoría de la evolución y la reencarnación son leyes muy buenas, pero hay que saber cómo aplicarlas. Para poner esas leyes y teorías en marcha se necesita la filosofía, pues es la filosofía la que enseña su utilización correcta. Por eso la filosofía es la madre de las materias y el objetivo es conducir al ser humano a la perfección.
La teoría y la ley solas no funcionan, no son suficientes, dependen del individuo que actúa y, según la acción personal, ley comienza a actuar. Por eso la filosofía trabaja con el individuo para que, a través del desarrollo de su inteligencia, comprenda mejor las leyes y las aplique de forma correcta.
Cuando la persona comprende la aplicación de una ley, la usa con más cuidado. Es como un chofer cuando comprende la mecánica de su carro, comienza a manejar con más cuidado porque conoce las consecuencias y los gastos en que puede in- si se estropea la maquinaria.
Algunas personas piensan que la sabiduría viene a través de la madurez y que la madurez viene a través de los años. En parte es verdad. Cuando las personas llegan a cierta edad adquieren cierta experiencia y tienen más cuidado en su forma de actuar y hablar que las personas más jóvenes a quienes frecuentemente muchas cosas les salen mal, aunque tenemos casos de individuos con 8 ó 10 años de edad que muestran un desarrollo muy profundo y madurez, a quienes la gente respeta y toma muy en serio.
Por otro lado, hay personas que tienen 70 años a las que nadie toma en serio, que a pesar de tener tantos años parte de su desarrollo espiritual no muestra madurez.
Nosotros queremos investigar qué hay que hacer para lograr la integración, para que personas maduras cronológicamente logren superarse para llegar a la iluminación. Y a la vez suministrar las técnicas para ayudar al niño que muestra madurez, o que está desarrollado espiritualmente, a continuar la integración de su vida para alcanzar el estado de plenitud.
La filosofía también investiga la forma más rápida para llegar a ese estado de madurez e inteligencia, para beneficio de nuestro país y del mundo. Si podemos aumentar la cantidad de individuos maduros e inteligentes, nuestro país caminará mejor.
Aplicando la Filosofía Yoga y practicando el Mantra Yoga Meditación (MYM), la persona puede lograr el desarrollo de su inteligencia y así comprender las leyes, las teorías y su funcionamiento; a partir de eso se logra la integración de la vida en los aspectos espiritual, físico, mental y material, sin olvidar el plano económico. Luego de eso, la persona puede vivir más tranquila, más armoniosa y más pacíficamente. Así, la sociedad y los individuos comenzarán a aprovechar la belleza de nuestra existencia, lo que cada uno de nosotros merece en nuestra bella tierra.
El propósito del hombre es llegar a la sabiduría y la iluminación. El propósito del hombre nunca debe ser permanecer como un tonto o un bobo y seguir sufriendo.
El propósito del nacimiento es algo muy bello, muy fino, muy sutil. Frecuentemente los seres humanos no saben el porqué de la existencia.
Cuando un ser humano nace, firma un contrato por 80, 50 ó 30 años, depende, y cuando se acerca la fecha en que debe dejar el cuerpo físico, le guste o no le guste, cuando llega el fin del contrato y su obra como ser humano no está concluida; eso le produce nuevos sufrimientos.
En la filosofía nos preguntamos qué deben hacer las personas para lograr cumplir la obra de expansión que deben concluir.
Sucede lo mismo con las obras materiales, cuando usted trabaja ocho horas en un día y no termina su labor, es lógico que que vuelva al otro día para cumplir con ella. Ese volver y volver es la Teoría de la Reencarnación, ésta da al ser humano la oportunidad de cumplir su misión hasta que alcance la iluminación.
Suponga que el individuo no pueda volver a completar su misión, el ser humano no tendría oportunidad de terminar su misión y ante esa situación el cielo estaría poco habitado.
Dios, como buen padre, da a sus hijos la oportunidad de cambiar, aunque el hijo falle, le da otra oportunidad. Si un padre material se interesa tanto en el desarrollo de sus hijos, por su bien, qué será el Ser Supremo que es el padre de todos. ¿No cree usted que él también piensa en el bien de sus hijos y quiere cada uno llegue a la iluminación?
La teoría de la reencarnación existe, aunque usted crea o no ella. A veces las personas no creen por falta de profundidad, por falta de preparación, o por falta de inteligencia. Hasta que cada persona desarrolle su inteligencia no entenderá las leyes y teorías sutiles. Por ejemplo, sentimos la brisa aunque no podemos verla, sabemos que existe, aunque no se pueda ver. La creencia de cada uno se basa en su propia experiencia y en su desarrollo.
Cuando un científico inventa un aparato nuevo, resulta chistoso ver como la gente confía en sus bondades de inmediato veces sin haber visto sus resultados. Hay que tomar en cuenta la experiencia y por no hacer eso es que el mundo está en una situación caótica.
La ciencia guía a las personas ciegamente, anulándoles su capacidad de pensamiento. Si un científico dice algo la gente le cree, pero cuando un filósofo dice algo la gente duda, y hay todavía más dudas cuando habla un religioso. Aunque yo creo en los hechos científicos, observo que el ser humano es muy dado a creer, pero a la vez tiene pereza para lograr su desarrollo espiritual.
Ocurre que la ciencia, que es muy bella, fabrica cosas que propician que las personas hasta pierdan muchas de sus facultades por utilizar tantas máquinas. Por ejemplo la calculadora, cuando hay que hacer un cálculo a lápiz casi no podemos hacerlo, hemos perdido facultades y si las maquinas se equivocan, ni cuenta nos damos. Si no se entrenan las células cerebrales, éstas comienzan a adormecerse.
Una vez hubo una competencia entre una máquina y un chino, a ambos se les planteó el mismo problema que debían resolver matemáticamente. El chino terminó antes y cuando la máquina acabó estaba equivocada. Eso demuestra que el cerebro humano puede funcionar a una velocidad muy alta, tan alta que supera la velocidad de la luz, pero eso es cuando usted sabe utilizar su mente.
Cuando no se tiene una técnica para activarla, su mente es lenta, no comprende nada. Incluso lo que está ante los ojos, a veces no se distingue la realidad, como ocurrió con una señora que tomó una cantidad de LSD y comenzó a sentirse liviana, que podía volar. Se encontraba en un edificio de 5 pisos y como sentía que podía volar saltó por la ventana, pero no llegó muy lejos pues cayó en el piso y ahí terminó el vuelo.
Muchas veces las cosas sólo suceden en la mente y como la gente no tiene ningún control, suceden esos casos. Esas personas sufren daños a sus neuronas cerebrales y cuando llega cierta información o conocimiento, no pueden utilizarlas porque ha habido un deterioro celular. En esos casos, ¿qué se puede hacer? Nada, perder el tiempo esperando morir, volver a reencarnar y comenzar a evolucionar con un cuerpo más sano y limpio.
Hay gente que vive muy rápido, siempre en apuros, no tienen paciencia, quieren agarrar las rosas cuando todavía son botones y las quieren abrir a la fuerza. ¿Qué va a ocurrir? Que los pétales se romperán y la rosa no mostrará su belleza y fragancia. Lo mismo sucede cuando se toma una fruta de un árbol y se le coloca alguna sustancia para que madure más rápido. El sabor no será el mismo. A veces la gente está tan ciega que aunque les demos dos docenas de palos no entienden.
La ignorancia es algo tremendo y cuando las cosas empeoran la persona comienza a sufrir. Yo no dedico ni medio segundo a ese tipo de gente. Si yo tuviese un hijo metido en drogas, lo echaría de casa y nunca más querría saber de él, pues caen en un estado embrutecimiento y yo no tengo tiempo para perder con esa clase de gente, no les tengo simpatía alguna porque no vale la pena. Mejor utilizo el tiempo con aquellos que son más sanos, aquellos que tienen interés y una mente más sana; esa es la gente a la que se puede ayudar, no a la gente que tiene su mente apagada.
¿Usted piensa que un colegio daría una beca a un bobo? ‘Usted piensa que un país enviaría como representante a una persona que no sabe nada? Se da una beca a los estudiantes que hacen un esfuerzo, con inteligencia, no a los estúpidos. Cuando un estudiante muestra cierto nivel de inteligencia, no sólo sus padres se sienten encantados de gastar su dinero y hacer todo lo necesario para que estudie, sino que también personas que ni lo conocen usan su dinero para otorgarle becas.
A todos nos gusta ver cuando las bellas cualidades de las personas se desarrollan, pues de esa forma nuestra sociedad crece. Aquellos muchachos y muchachas que viven una vida sana encontrarán personas que donarán miles de pesos para darles una oportunidad de estudiar.
Las personas con cierto grado de desarrollo y pureza, que mantienen un cuerpo sano, benefician a su pueblo, a su patria, a ellos mismos y a sus familiares. Es por eso que el ser humano debe tener conciencia de las cosas.
La gente no sabe el daño que hacen las drogas, es la forma más rápida de embrutecer y destruir un país. Al dar drogas a los jóvenes, éstos tendrán una mente nublada y apagada, caminarán como zombies. Es decir, esas cosas a veces se hacen a propósito, para que cuando vengan amenazas a un país nadie pueda pararlas porque la mayoría de sus ciudadanos tendrán la mente apagada, quemada, esa es una de las tretas que esclavizan un pueblo entero, es la forma más rápida.
Antes se utilizaba el sistema de desaparecer a la gente, pero esa técnica no funcionaba porque la mente de esas personas continuaba desarrollándose y continuaban reclamando sus derechos. Pero, si sus mentes están quemadas, ¿qué derechos van a pedir? ¿Qué van a entender de derechos? De esa manera cualquier fulano podrá dirigir un país sin ningún tipo de oposición.
El caso contrario, cuando el individuo se mantiene sano, siempre está vigilante, despierto y en movimiento, para que las cosas caminen. Después de un tiempo esas personas alcanzan estado de inteligencia superior y son las personas que manejan las grandes empresas.
En otro orden están los casos lamentables de personas que saben nada, sin preparación, pero son gerentes de grandes empresas. Ninguna funciona bien, sólo gastan dinero y por eso cuando llegan los problemas el gobierno tiene que importar expertos de otros países para que les orienten y las cosas salgan adelante, pero tan pronto la empresa empieza a cambiar positivamente no falta quien diga: “¡ah! Esas son cosas que ya yo sabía”. Cuando uno oye gente hablando así da risa, porque cuando las personas preparadas se van y pasa el tiempo, el asunto se cae otra vez.
Yo conocí un caso en una de las islas del Pacífico, de un señor que tenía experiencia en plantas eléctricas. Al independizarse el país, inmediatamente la gente le dijo: “nosotros no queremos ningún extranjero, salga no más, nosotros tenemos la experiencia para manejar la planta eléctrica”. Entonces el señor dejó el trabajo y se fue a su país. Pocos meses después la planta empezó a tener problemas y el gobierno tuvo que mandar a buscar al señor para que arreglara la situación. Entonces el señor, que estaba en mejor situación, exigió, para volver, la firma de un contrato por tres veces el salario anterior, porque se dio cuenta que no había nadie con la capacidad de mantener la planta. Eso sucede cuando las personas no tienen preparación e inteligencia.
El propósito de la vida del individuo es aumentar su inteligencia y cuando la gente empieza a desarrollarla, automáticamente adquiere más responsabilidad. Y cuando la gente sabe enseñar a otros como aumentar su inteligencia, todo el mundo le busca.
Es la responsabilidad de todo ser humano, continuar su desarrollo y lograr la iluminación. Ese es el propósito del ser humano y si no puede alcanzar la iluminación en 80, 60 ó 50 años, tiene la oportunidad de continuar donde lo dejó.
