La Filosofía Yoga explica el concepto de “suspensión de la transformación del principio pensante” y ese fenómeno ocurre mientras estamos conscientes. Nuestras ideas, como nuestros deseos, se producen a través del pensamiento y la Filosofía Yoga busca controlar el pensamiento para modificarlo antes de que se manifieste. Una vez se ha conquistado ese proceso, se pueden controlar los deseos y las ideas.
Si las personas no controlan la fuente de sus pensamientos, tampoco podrán alcanzar la sabiduría.
No es fácil llegar a ser sabios, en el mundo hay cientos de millones de intelectuales, pero de ellos, ¿cuántos son sabios? Muy pocos. A veces hay que dedicar toda una vida para alcanzar la sabiduría y, aun así, no se alcanza.
La sabiduría es lo más noble y alto que el ser humano puede alcanzar y el propósito de la vida es, precisamente, alcanzar esa nobleza. Por eso se necesitan personas que hayan alcanzado la sabiduría y que puedan orientar a otras personas, para que también la logren.
Para alcanzar la sabiduría hay que seguir los procesos de forma sistemática, el desarrollo debe ser automático y sistemático para poder activar los distintos niveles de conciencia.
Cuando se aspira a la sabiduría, aparece la sintonía y a través de la sintonía los problemas empiezan a desaparecer y entonces se alcanza la sabiduría. Cuando eso ocurre, el propósito de la vida ha concluido.
¿Puede la sabiduría desarrollar bienestar material?
Supongamos que usted va por la calle sin un centavo en los bolsillos y aparece un mendigo que le pide dinero, como usted no tiene nada, no le puede dar nada. Pero digamos que, de todos modos, usted quiere darle algo y le da un consejo. Le dice que es un muchacho joven, que puede trabajar y ganar dinero, pero el mendigo responde: “yo no le he pedido consejo, sólo le pedí 25 centavos”. Quiere decir que el que nada tiene, nada puede dar.
Nadie puede ayudar al prójimo hasta que no ha logrado algo y la forma más rápida de ayudar a la sociedad es lograr ese algo. Si cada uno de nosotros empezara a lograr algo para dar a la humanidad, las dificultades se solucionarían. Así mismo, cuando la gente logra cosas y no las comparte con el prójimo, ahí se originan el egoísmo y el apego y se crea una situación de tensión.
Ahora bien, si cada persona comenzara a hacer algo para lograr su desarrollo, automáticamente los problemas se solucionarían. Otro ejemplo. Supongamos que en una aldea hay 100,000 personas pobres y una rica, multimillonaria y para solucionar el problema social de esa aldea se quita el dinero al rico y se distribuye a los 100,000 pobres. El resultado será 100,001 pobres y entonces nadie podrá ayudar a nadie porque todos estarán al mismo nivel.
Si se analiza la riqueza veremos que cuando alguien llega a cierto nivel de comodidad es por su propio esfuerzo y si ese alguien pudo alcanzar ese nivel usando su pensamiento, entonces los demás también pueden alcanzarlo. Pero sucede que a veces la gente no sabe qué hacer, tienen la mente nublada, no tienen preparación, no tienen ideas productivas. Con esos dos ejemplos se quiere demostrar que la pobreza es mental.
Cuando la pobreza está en la mente se manifiesta afuera y cuando la riqueza está en la mente, también se manifiesta afuera. La forma más rápida de solucionar los problemas de esa índole es logrando el desarrollo de la inteligencia. Por eso es importante la técnica del Mantra Yoga Meditación (MYM) pues con esa práctica se desarrollan los niveles superiores de la inteligencia, la mente se vuelve más despejada y, automáticamente se empieza a hacer mejor las cosas y todo empieza a funcionar y a crecer.
Una anécdota cuenta sobre un mendigo que tenía una esquina especial donde se sentaba a pedir. La gente pasaba constantemente y le daba dinero y al mendigo le iba bien, pero un día aparecieron otros mendigos y él les reclamó por ocuparle su esquina, ellos respondieron: ‘cuando el negocio va bien, vale la pena poner sucursales”.
El crecimiento es natural, el ser humano que no crece en todos los aspectos es porque no está capacitado para ello y es ese tipo de capacitación la que se logra a través del MYM, que proporciona crecimiento en todos los niveles.
La Filosofía Yoga enseña al individuo a aumentar la inteligencia creativa y con ese aumento se desarrollan todos los aspectos que se quieran.
No importa la religión que se profese, todas las personas pueden practicar el MYM; así, católico que practica el MYM será mejor católico, no hay que dejar la religión para practicar el MYM. En Méjico existe un convento de monjas donde todas practican el MYM y desde que empezaron la práctica el ambiente del convento mejoró, todas se sienten mucho mejor que antes. Con la meditación han alcanzado la integración y su práctica religiosa se ha elevado más.
A veces la gente piensa que la Yoga es una religión, pero no es así. La gente puede practicar el yoga sin dejar su religión, pues el yoga es parte de la ciencia universal, en la rama de filosofía. Hay judíos, musulmanes, católicos, budistas, protestantes y ateos que practican meditación y todos mejoran rápidamente, al tiempo que comprenden mejor su religión y llevan una vida más integrada.
Otro aspecto que trata la Filosofía Yoga es la salud del cuerpo, a través de la limpieza tanto física como mental. En el yoga existen técnicas para limpiar los ojos, la nariz, la boca, la lengua, la garganta y el estómago a través del lavado del colon. En el colon se originan infinidad de enfermedades, hasta el 80% de las enfermedades se originan allí, según algunos médicos. Si nuestro sistema no está limpio, no podemos tener buena salud.
Los practicantes de la Filosofía Yoga, llamados yoguis, deben mantener su cuerpo completamente limpio para hacer algunos ejercicios de su vida espiritual, inclusive no puede haber ningún residuo de comida ni materia fecal en sus intestinos. Esto, por supuesto, es una preparación que se hace cuando se van a realizar las prácticas avanzadas.
Quien quiera alcanzar la sabiduría deberá llevar una disciplina estricta y practicar la meditación regularmente, los yoguis dedican su vida a lograr esa meta. En la India, una de las prácticas consiste en entrar a un lugar retirado, una cueva por ejemplo, y quedarse allí en meditación durante seis meses. Entiéndase bien, no media hora, ni una hora, ni un día, sino seis meses sin salir ni levantarse del lugar. Eso no es una cosa sencilla que cualquiera puede hacer, se requiere de un entrenamiento pre- vio para entrar en ese largo proceso de meditación y el cuerpo debe estar completamente limpio.
Cuando una persona siente su sistema circulatorio muy cargado es normal que sienta dolores y mareos. A veces la gente se somete a cirugías innecesarias, que podrían evitar si purificaran su cuerpo.
La gente no tiene disciplina para mantener su cuerpo físico y su mente limpios, hay que aprender a hacerlo y para eso no se necesita gran preparación intelectual.
Por ejemplo, cuando las aves comen muchos peces y cangrejos tienen problemas por la abundancia de comida en el estómago entonces, si usted está a la orilla de un río podrá observar que las aves llenan su pico de agua y la introducen por el ano, así se dan una especie de lavado intestinal al cabo del cual, esa ave que antes del lavado parecía cansada, después del mismo se siente liviana y se echa a volar. Reflexionemos. Si un ave tiene ese nivel de inteligencia para conseguir mayor bienestar a través de la limpieza de su cuerpo, nosotros debíamos aprender ella. Pero pasan los años y nunca nos ocupamos de limpiar nuestro cuerpo, por esa razón hay tantas enfermedades digestivas en el ser humano.
Hablemos ahora de la limpieza mental. Si las personas pudieran observar su mente notarían su agitación, estado que a veces no pueden controlar porque no han aprendido una disciplina mental; por lo tanto, padecen de desgaste de su energía mental y cuando eso ocurre las personas se sienten cansadas porque no tienen energía y su mente se vuelve débil y somnolienta.
El yoga enseña la técnica para conservar la energía mental. Las personas gastan energía mental en la memoria y en cosas sin importancia, y cuando llegan las cosas importantes no hay energía. La Filosofía Yoga tiene técnicas de concentración, de control de los sentidos y la técnica del MYM.
La energía que se adquiere a través de la comida es excelente para mantener el cuerpo físico, pero existe otra energía que activa el cuerpo y que proviene de una fuente propia y cuando la persona no sabe mantener el contacto con esa fuente, entonces se siente cansada. Por ejemplo, si una persona se alimenta bien no debe sentirse débil y si es así, ¿qué pasa? Pues que su mente no está sincronizada.
La belleza de la meditación es que activa todos los niveles de la mente. La mente funciona en todos los niveles de frecuencia que existen, pero sólo estamos conscientes del 10% de esos niveles.
El propósito del MYM es activar los niveles inactivos para que aumente la expansión de la mente y de la conciencia, con lo que se obtiene una mente más fuerte. La concentración y la memoria aumentan, hay más energía, se trabaja más, se duerme menos y mejor porque el sueño es más profundo; hay más salud porque a través de la técnica del MYM se normaliza el funcionamiento de todos los sistemas del cuerpo, lo que resulta en múltiples beneficios para la salud física y mental. Además, se inicia el desarrollo espiritual que es la esencia de la vida del ser humano.
Sin espiritualidad, ¿qué se puede hacer? Podemos tener muchas comodidades y no comer bien ni ser felices. La comodidad material está bien, pero no es felicidad. La felicidad tiene otro alcance, que tiene que ver con el desarrollo espiritual y el propósito de la filosofía no es separar la vida espiritual de la material, sino integrarla. Si no sabemos qué hacer para alcanzar esa integración, nos queda un vacío por dentro que es precisamente falta de sabiduría. Por eso es que hay que hacer todos los esfuerzos posibles para que las personas conozcan esta filosofía y aprendan el método para lograr la integración espiritual y material.
Muchas veces las personas piensan: soy profesional, intelectual, he logrado hacer dinero, pero, ¿por qué no soy feliz?” Esas personas usan su lógica intelectual y su raciocinio para buscar explicaciones, pero no saben por qué no son felices. La razón radica en el hecho de que el desarrollo intelectual es débil y no tiene la profundidad que proporcionan las técnicas espirituales filosóficas.
La Filosofía Yoga enseña cómo integrar el desarrollo intelectual con el desarrollo espiritual. La personalidad tiene un triple aspecto: físico, mental y espiritual y si esos aspectos no están debidamente integrados no podemos saber lo que es la buena salud y la paz mental. Tampoco conoceremos lo que es la felicidad. El MYM logra la sintonía entre esos tres aspectos.
Seguimos con el énfasis en las técnicas de limpieza del cuerpo físico. Otro aspecto importante es la comida, que se clasifica en tres categorías: la de primera categoría es la que mantiene nuestra mente tranquila, buen sueño y salud, facilita al individuo la práctica y la disciplina; la de segunda categoría es la que tiene mucho condimento y picante, lo que produce excitación mental; la de tercera categoría es la comida pasada, esa que la gente guarda en la nevera y come al otro día, es comida sin valor que, además, tiene un efecto negativo en el sistema nervioso y en la mente pues la persona experimenta fatiga, la mente se pone lenta, falta energía, eso sucede porque, según pasa el tiempo, la comida va perdiendo su valor nutricional.
La nevera es un aparato que la gente no debía utilizar mucho porque puede ser una fuente de enfermedades. A veces las personas guardan alimentos en la nevera hasta por una semana y cuando los ingieren su cuerpo y su mente sufren. La mente necesita comida fresca.
Muchos piensan que en la India la gente es pobre, pero contrasta lo que uno ve allá, pues cuando la gente prepara la comida del mediodía, lo que sobra lo da a los perros y gatos, no se come esa comida en la noche; en la tarde preparan comida fresca de nuevo y lo que sobra en la noche no lo guardan para la mañana siguiente, sino que nuevamente lo dan a los perros y gatos. En la mañana, de nuevo preparan la comida y la ingieren fresca, así cuidan su salud.
La carne no conviene, tiene un alto porcentaje de ácido úrico y, según investigaciones de varias escuelas médicas europeas, más del 75% de las enfermedades que sufre el ser humano son causadas por el ácido úrico.
Hay que comer para favorecer la salud y el bienestar, llevar una vida equilibrada y practicar el MYM, así la persona se mantiene más joven y en pocos meses hasta desaparecen las líneas de expresión en la cara. Las personas que practican meditación tienen una apariencia de 10 a 15 años menos que su edad real y se sienten con más energía, aunque el propósito de la vida no es solamente tener un cuerpo físico fuerte porque, si no hay sabiduría, no hay salud completa.
Si la mente no se desarrolla vienen problemas, lo que quiere decir que la integración de la salud física y mental es importan- te para evitar la dispersión, la ansiedad y un sin fin de cosas más. La práctica de la Filosofía Yoga produce esa sincronización y los problemas desaparecen, pero se toma un tiempo desintoxicar el sistema completo. Ese proceso es muy importante pues cuando el cuerpo físico está intoxicado el avance en la meditación se demora, como es lógico.
A través de la práctica del MYM se inicia un proceso de eliminación de toxinas de forma automática y segura, y se nota que la salud mejora, que la mente está más despejada y que la persona se siente más integrada para alcanzar la sabiduría.
Sin la integración del cuerpo físico y la mente no se alcanza la sabiduría. Sabemos de personas que han pasado 80 y 100 años dedicadas a alcanzar la sabiduría a través de estudios, libros y conversaciones intelectuales, sin éxito. Por ese camino nunca alcanza pues el intelecto es limitado y hay que aprender cómo ir más allá del intelecto, lo cual se logra con la práctica del MYM. Esta práctica permite alcanzar la sincronización y la integración del triple aspecto de la personalidad, para entonces alcanzar la sabiduría. Cuando llegamos a ese nivel, la fuente se vuelve como un manantial de paz, amor y felicidad y desde ese momento el individuo empieza a pensar cómo ayudar a su prójimo a alcanzar ese estado de felicidad que nos une con el paraíso terrenal, a través del esfuerzo de cada uno de nosotros y que todos merecemos. Sólo falta aplicar la técnica en la vida cotidiana para alcanzar la sabiduría, que es derecho de nacimiento todos nosotros.
Qué es la sabiduría?
La sabiduría es algo que no se puede tocar, como el cuerpo físico, pero a través del cuerpo físico se manifiesta la sabiduría. No es la mente, pues ésta es un instrumento.
La mente es materia y las personas pueden ver la mente como se pueden ver las manos. Pero, para ver las actividades mentales hay que desarrollar la clarividencia, sólo así se puede captar la frecuencia que tiene cada pensamiento. Cuando eso sucede, sin hablar se puede saber todo lo que la gente piensa; y no sólo eso, también su estado de salud porque la base del cuerpo físico vibra a una frecuencia determinada y cada vibración está relacionada con la materia.
Cada cosa que vibra genera energía, cada cosa que genera energía tiene un valor y cada cosa que tiene valor, tiene calor y color. De ese modo, a través del desarrollo del individuo se puede ver la mente y sus actividades, porque la mente es materia.
Ahora bien, la sabiduría es algo más elevada. La sabiduría es inteligencia que se manifiesta a través de la mente, pero la mente no tiene capacidad para conocer la sabiduría, sólo la refleja. Es decir, si usted se para frente a un espejo puede ver su imagen reflejada en él, pero el espejo no le puede hablar, sólo es el instrumento que refleja su imagen, no tiene capacidad para hablar, definir o explicar la imagen.
Nuestra mente es como un espejo, por eso se necesita la limpieza mental, para que la sabiduría del alma se pueda reflejar en ella. En conclusión, la sabiduría es algo intangible y se necesitan técnicas y disciplinas para purificar el cuerpo y la mente para que la sabiduría se manifieste. Ese es el propósito de la técnica del MYM, ayudar al individuo a lograr la limpieza y purificación requeridas.
Con el tiempo, a través de la práctica, sin necesidad de leer libros sobre desarrollo espiritual, el practicante está listo para comprender cualquier pregunta sobre religión o filosofía. La sabiduría no está en los libros, la sabiduría está en nosotros y se manifiesta a través de nuestro desarrollo.
Si no aprendemos a purificar, activar y desarrollar nuestro potencial, no sabremos lo que es la sabiduría pues ésta es un estado que el individuo alcanza con la purificación de sus sistemas físico y mental y la forma más sencilla y rápida es la técnica MYM.
La práctica de cualquier técnica no implica el ajuste a un patrón proyectado por el limitado intelecto. Si el intelecto es limitado, ¿cómo puede condicionar la acción presente? De modo que la idea es la que condiciona a la acción presente y el intelecto confiere más importancia a la idea que a la acción.
El funcionamiento del intelecto es limitado, es decir, el intelecto tiene facultad para decidir o discriminar, mientras que la facultad de la mente es pensar. La mente presenta la información al intelecto y el intelecto toma decisiones, pero el intelecto sólo puede tomar decisiones con la información que recibe, sea correcta o no, pues muchas veces el intelecto recibe informaciones incompletas y con ellas toma decisiones, con cierta duda, pero las toma.
Por eso observamos que, si las informaciones dadas por la mente van con mucha velocidad, el intelecto no tiene tiempo organizarlas y entonces algo superior al intelecto, el ego, toma las decisiones.
El ego tiene la facultad de registrar las experiencias, es el gran activo, todo se registra allí pues también alberga la memoria. Opera de la siguiente manera: La mente capta información y la pasa automáticamente al intelecto, el intelecto toma la decisión y guarda la información, algo en nosotros graba las experiencias de todas esas actividades y entonces las experiencias se registran en el ego, o personalidad. Allí es donde existe el verdadero individuo, ahí reside su carácter.
Si usted quisiera cambiar su carácter, no sería posible intelectualmente porque el carácter está arraigado en un nivel más elevado, donde el intelecto no llega. Es por eso que, a pesar de nuestra preparación intelectual, no podemos cambiar el carácter, es difícil.
Por ejemplo, la ira es difícil de cambiar aunque se tenga una buena preparación intelectual y profesional. En el lugar de trabajo, en la casa, aun con una buena preparación intelectual no se puede quitar la cólera.
Hay que buscar un sistema, una técnica que nos ayude a sobrepasar el intelecto, a colocarnos por encima de él, y justamente la técnica del MYM facilita ese trabajo.
Desde hace miles de años y de labios del Sabio Gran Maestro Patanjali, la Filosofía Yoga define: “Yoga chittas vritti nirodha”. Lo que quiere decir: “Yoga es la suspensión de la transformación del principio pensante”. Si queremos cambiar nuestra forma de pensar de negativa a positiva y detener los pensamientos negativos antes que salgan, o si queremos cambiar o modificar esa influencia, entonces debemos suspender el pensamiento antes de que se manifieste.
Suspender quiere decir dejar de funcionar y, en ese estado de suspensión, se transforma la idea. Si no es así, nunca se llega donde nace el pensamiento. Si no se sabe alcanzar ese campo tan sutil, nunca se cambia, el trabajo es sistemático y sutil. Se necesita de una técnica para activar y comprender ese mecanismo, cuando se alcanza esa profundidad entonces se puede, conscientemente, suspender un pensamiento.











































































































