Swami Gurú Devanand Saraswati Ji Maharaj

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Conferencia sobre la transformación de la personalidad

Antes de comenzar la conferencia vamos a observar un minuto de silencio. El silencio es una palabra que muchas personas han escuchado, pero que muy pocas saben observar. El verdadero significado del silencio no es sólo callarse la boca, porque cualquier bobo puede hacer eso, es saber acallar la mente y no es cualquiera que puede hacer eso. Entonces, vamos a tratar de guardar un minuto de silencio y en ese minuto quiero que se sienten cómodos y rectos, cerramos nuestros ojos y nos quedamos en silencio hasta que les avise.

La ignorancia se manifiesta rápidamente en las caras de las personas. Es decir, que todo lo que la gente piensa se manifiesta rápidamente en su rostro. Por esa razón, cuando estamos en la presencia de un sabio no hay necesidad de hablar pues con sólo darnos un vistazo a la cara él ya sabe más de nosotros que lo que sabemos nosotros mismos.

El propósito de la filosofía, justamente, es tratar que el hombre desarrolle esas cualidades, por eso hablaremos hoy sobre la transformación de la personalidad del individuo.

Desde el nacimiento de la humanidad en nuestra bella tierra, el hombre siempre ha tenido gran inquietud por saber quién es. Muchas veces ni siquiera sabe lo que sucede, pero por su propia ignorancia nace el sufrimiento y empujado por ese sufrimiento sale a buscar algo que le ayude a dejar de sufrir.

En ningún momento el sufrimiento es la naturaleza del hombre, nadie es feliz con el sufrimiento, pero, a la vez, el sufrimiento es una bendición para la mayoría de la gente porque si no fuera por ese sentimiento la gente no haría ningún esfuerzo por desarrollarse.

Nosotros conocemos muchas personas que piensan que son inteligentes, piensan que saben unas cuantas cosas porque tienen preparación académica, porque tienen un poco de desarrollo adquirido a través de la ciencia moderna y por esos conocimientos piensan que no existe nada más que eso. Mientras su salud esté bien, comen bien, tengan un poco de dinero, todo caminará bien y serán creyentes de la ciencia, hasta el científico más destacado piensa así. Hasta que un día caen en una enfermedad incurable, empiezan a visitar médicos de todas las especialidades y todo el dinero que tienen no les sirve.

El médico, con todos sus conocimientos, limitados, no los puede salvar, y el dinero tampoco los salvará. Entonces la única cosa que les queda es acudir al Señor, al Todopoderoso, al Ser Supremo, o pueden llamarle con el nombre que quieran. Por eso, si usted quiere encontrar una persona verdaderamente religiosa no debe ir a la Iglesia pues ahí no la va a encontrar, debe visitar los hospitales, donde se encuentran los enfermos incurables, y allí observará pacientes con la Santa Biblia en la mano, estudiando.

La fe es algo grande, cuando la gente sabe usarla. El propio ser humano puede auto curarse, si sabe cómo, pero cuan- do no sabe, con un poco de tensión nerviosa ya se desespera, se inquieta, brinca de aquí para allá, grita y por más preparación académica que tenga, no puede controlarse.

A veces un niño reacciona mejor que una persona con preparación académica. ¿Por qué? Porque las personas quieren vencer todas las dificultades e inconvenientes con el conocimiento que poseen, pero no lo logran. ¿Por qué? Si la naturaleza de las personas es de creatividad, de amor, ¿por qué hay sufrimiento?

En ningún momento las personas han nacido para sufrir, sólo los ignorantes tienen tensiones, nerviosismos, preocupaciones. Los sabios nunca tienen esos sentimientos, por eso son sabios, pero no son los únicos que tienen derecho al desarrollo y la sabiduría. No debemos confundir el conocimiento con la sabiduría.

El propósito de la filosofía es ayudar al individuo a solucionar los problemas de su vida cotidiana. Cada ser humano tiene su propia personalidad y la mayoría de las personas no están contentas con ella, con su carácter, o su formación. La ira, la envidia y unas cuantas cosas más que las personas tienen.

Es importante ser sinceros con nosotros mismos para transformar la personalidad. Hay gente que con sus acciones persigue disimular, o engañar, a otras personas sobre su imagen, pero la única persona a quien engañan es a ellos mismos.

A veces una persona muestra una forma de ser en la oficina y otra muy diferente en la casa. Ese mismo señor que parece muy culto, cuando llega a su casa pega a su señora. ¿Qué clase de educación es esa que no permite controlar su propia vida, su propia envidia, su propio rencor? Si la educación académica pudiera ayudar al hombre, tendríamos un mundo mejor, más tranquilo. Pero observamos que la educación académica no ayuda efectiva- mente a la solución de los problemas del ser humano.

Las personas buscan cómo desarrollar su personalidad. El ser humano tiene un cuerpo y a veces piensan que ese cuerpo es todo lo que hay, que fuera de éste no existe nada más. Si el cuerpo fuera todo, nadie debía morir y si la gente muere, entonces por qué muere.

Debemos pensar que hay un algo dentro de nosotros y que por ese algo estar dentro podemos caminar, movernos, pero cuando ese algo nos abandona nuestro cuerpo no sirve para nada. Es decir que el verdadero individuo no es el cuerpo, porque si el cuerpo fuera todo, ¿por qué no camina un cadáver? Es decir que el cuerpo tiene una inteligencia y para conocer algo sobre esa inteligencia, hay que investigar.

Es cierto que existe el cuerpo, pero más sutil que el cuerpo es la mente. La facultad de la mente es pensar. Son dos tipos de materias distintas, una es gruesa y la otra es sutil, pero también es materia. Parecería que hacemos una división. La materia es responsable de la existencia del cuerpo físico y es muy distinta de la materia que manifiesta la mente, son dos tipos de materias distintas. La función de la mente es pensar. Ahora bien, esa función de pensar debe ir coordinada con la función de decidir. Si la persona piensa, pero no tiene capacidad de decisión, la gente dice que esa persona está loca.

Si usted no puede tomar decisiones nadie le dará trabajo y si esa falta de decisión se complica, hasta su familia le abandonará. Y si la cosa empeora, supongamos hasta la locura, su propia familia, su padre, su madre, le echarán de la casa. ¿Por qué razón un padre y una madre sacan a un hijo de la casa y lo mandan a un sanatorio? No es porque no piensa, porque piensa como cualquier otra persona, la diferencia es que no coordina, la diferencia es la capacidad de decidir. Ahí entra otra facultad, la del intelecto, que es la facultad de la discriminación.

El intelecto discrimina y la mente piensa. El intelecto es la facultad que discrimina, el individuo piensa y toma una decisión, algunas veces son decisiones correctas y otras veces son equivocadas. Por esa razón no se puede tomar muy en serio el desarrollo intelectual.

Hay personas que tienen un buen desarrollo intelectual, pero cometen una serie de equivocaciones y tienen muchos problemas en sus actividades cotidianas. Es que el problema de esas personas está en un nivel todavía más sutil. Ahí es donde radica la personalidad y en ese nivel es que se encuentra el verdadero individuo. Por eso es que cuesta tanto cambiar.

Hay personas que tratan de corregir su ira durante treinta y cuarenta años y no lo logran. La pregunta es: ¿por qué no se puede transformar la personalidad si se tiene una buena prepa- ración intelectual, una buena preparación mental y un cuerpo sano y bueno? La respuesta es que esas facultades tienen un límite y el problema es más profundo. Y así la persona sigue con su problema de personalidad por tiempo indefinido.

¿Cómo lograr la transformación? Mejorarse, superarse, es el gran sueño de todos los hombres. A nadie le gusta el insomnio, la tensión nerviosa, las preocupaciones, la jaqueca, las enfermedades – como la diabetes -.

Aún con el apoyo de la ciencia moderna en el campo de la medicina y con la ayuda de toda clase de fármacos, la gente continúa con sus enfermedades, ¿por qué? ¿Es que el ser humano no puede vivir tranquilamente, sin la necesidad de tomar pastillas?

Como dijera Hipócrates, el padre de la medicina: “Que tu alimento sea tu medicina”. Con esa frase explicaba que, si se come correctamente, nunca vendrán enfermedades. Hipócrates repetía una premisa de los filósofos yogas de la India, quienes dijeron miles de años antes que el que se alimenta bien no necesitará medicinas y el que no se alimenta bien no encontrará ningún medicamento para curarle.

Seguimos analizando nuestra personalidad. ¿Es el alma, o el Absoluto, la fuente de la personalidad? Aquí observamos que hay otra línea divisoria. La relación entre el cuerpo y la mente es posible sólo a través de los cinco sentidos, de ahí que si quitáramos los sentidos no habría comunicación entre la mente y el cuerpo pues las informaciones se reciben a través de los sentidos.

Así como la mente recibe informaciones, también envía informaciones ya que la mente trabaja con una velocidad mayor a la de la luz pues la mente del ser humano es muy poderosa y puede solucionar cualquier cosa. Además, el cuerpo del ser humano es autosuficiente y una persona puede quitarse cualquier clase de enfermedad si sabe utilizar su potencial latente.

La mente es potente, sólo con el pensamiento cualquier persona puede quitarse cualquier tipo de enfermedad.

Lo importante ahora es desarrollar e integrar el triple aspecto de la personalidad. El yoga dice: “Yoga chittas vritti nirodaha”, que quiere decir: “Yoga es la suspensión de la transformación del principio pensante”. Eso significa que lo primero que tenemos que aprender es a suspender la actividad pensante. ¿Cuánta gente sabe hacer eso?

A veces la gente asume la posición de “ver para creer” y esa es la gente de más baja categoría en el campo de la inteligencia, pues esas personas asumen la posición de, para creer algo, tienen que verlo primero.

Yo quiero hacerles una pregunta. Ustedes, que ejercitan el pensamiento desde hace tantos años, supongamos que desde la edad de tres años, ¿Alguna vez han visto sus pensamientos y saben de dónde salen esos pensamientos? Y si no los han visto, ¿quiere eso decir que no creen en sus mentes porque no la ven, ni saben de dónde salen sus pensamientos?

La gente tiene una mente, pero la mayoría no sabe cómo funciona. ¿De dónde llega la energía mental? ¿Cómo utiliza la mente esa energía? ¿Cómo se debilita la energía de la mente? ¿Por qué la gente debe dormir?

La Yoga dice: primero suspender y transformar, es decir que si usted no puede suspender y transformar, tampoco puede llegar a la fuente. La Filosofía Yoga dice que si pudiéramos suspender las actividades del cuerpo, que es la animación suspendida, el organismo entraría en un estado de reposo completo e iniciarían cambios en general: Mejorarían las enfermedades, el metabolismo y se renovarían las células; en ese estado la persona podría corregir muchas enfermedades. Si la persona no sabe llegar a ese estado de manera consciente, existen técnicas que pueden inducir ese estado. Una de ellas es a base de drogas y la otra con choques eléctricos, pero ninguna de ellas es recomendable porque hacen más daño que otra cosa.

En la psiquiatría se aplican choques eléctricos, pero, según la intensidad de éstos, el paciente puede perder hasta el 75% de su memoria porque los médicos desconocen la velocidad y frecuencia del funcionamiento de la mente y aplican esos choques a diferentes velocidades, con lo que pueden quemar las células cerebrales sin darse cuenta. Se sabe que esos choques se aplican con la esperanza de curar, pero lo mejor sería que las personas, de forma consciente y no invasiva, bajasen la actividad mental y logren resultados sin recurrir a esos métodos. Lo mismo su- cede cuando el médico tiene que practicar una cirugía, pues primero tiene que aplicar anestesia para adormecer el cuerpo con el propósito de suspender sus actividades, pero cuando el efecto del anestésico desaparece la persona recobra la con- ciencia del dolor.

La mente es el instrumento más importante que tiene el hombre, pero ¿qué porcentaje utilizamos de ella? Siendo conservadores, un 18%. Esas investigaciones se hicieron en la Universidad de Harvard y para la prueba se auxiliaron de científicos y profesores, gente con muy buena preparación académica. La conclusión fue que esos señores sólo utilizaban el 18% de su capacidad mental, es decir que un 82% está latente, sin uso.

Los sistemas de educación moderna tampoco conocen las técnicas para activar esa capacidad inutilizada y es por eso que el individuo no adelanta. El propósito de la educación es transformar la vida de las personas, pero sabemos que las personas nacen con ciertas cualidades, ciertas enfermedades y ciertas características particulares.

Supongamos que un muchacho nace con predisposición a robar. Notamos que temprano en su infancia el muchacho empieza a agarrar cosas y esconderlas, esos son reflejos de un ladrón a edad temprana.

Enviamos al niño a la escuela y el muchacho roba 5 ó 10 centavos cada vez, aunque todavía no sabe el valor de esos centavos. El niño luego pasa a la escuela primaria y cuando sale de ella ya roba pesos. Después enviamos al muchacho a secundaria, y cuando sale de ella ya roba $100 ó $200 por vez. Los padres tienen que dejar las cosas bajo llave porque la educación no corrige al muchacho. Más tarde el muchacho pasa a la universidad y cuando sale ya roba $ 100,000, $500,000 y hasta un millón de pesos.

En los periódicos vemos que los robos más grandes son hechos por profesionales, porque las personas corrientes no tienen tanta inteligencia y preparación académica para robar. Pensemos entonces, ¿cuál es el gran beneficio de la educación académica? Porque muchas personas mantienen sus mismas tendencias o predisposiciones a robar desde pequeños y las mantienen hasta que salen de la universidad.

Reflexionamos que el propósito de la educación debía ser transformar esas personas para que dejen de robar, pero el sistema educativo no transforma profundamente la personalidad y el individuo con esas inclinaciones sigue igual. A las personas no les gusta robar, quieren dejar de robar, pero hay algo dentro de ellas que no pueden controlar. Ese algo es su personalidad, que está en un nivel más sutil que el intelecto. Por eso su intelecto no puede controlar esos impulsos y esa es la razón por la cual una persona con buena preparación intelectual no puede transformar su personalidad.

La historia del Sr. Dale Carnegie, por ejemplo. Mucha gente conoce su labor como escritor y conferencista acerca del cambio de la personalidad. Fue un hombre muy rico y bondadoso, regaló más de $300 millones, pero a pesar de todas las obras que escribió y los cursos que impartió, al final el pobre hombre se suicidó. Si él escribía libros de importancia sobre ese tema, ¿por qué no funcionaron en él mismo? Es fácil proyectar una idea con la imaginación intelectual, plantear que se puede mejorar la situación, cuando, realmente, no funciona ni en usted mismo. Y uno piensa, ¿por qué un hombre que hizo tanto terminó suicidándose?

No es lo mismo pensar algo y proyectarlo intelectualmente, que conocer verdaderamente ese algo, son dos cosas completamente distintas. Podemos pensar y analizar muchas cosas, pero con eso no cambiamos nada pues siempre caeremos en la misma limitante: la debilidad del intelecto. Por esa debilidad es que no podemos llegar hasta el nivel donde está la personalidad y activarla mediante el contacto directo con la fuente, que es el absoluto, o el alma.

Nuestra única salvación es entrar en contacto directo con el alma, o el Ser Supremo. Para que la mente pueda contactar el alma es necesario activar todos los niveles de la personalidad. De esa forma se logra la transformación.

Nótese que la palabra transformación se aplica aquí bajo un concepto diferente al de la palabra reformar, que se aplica en el campo del intelecto. Transformar es tratar de cambiar utilizan- do el intelecto, pero como el intelecto no tiene suficiente poder, los cambios se producen de forma limitada e insuficiente y el individuo vuelve otra vez a cometer los mismos errores.

El individuo se auto regaña con sus propios pensamientos intelectualizados, pues está en disposición de cambiar pero no sabe qué hacer. Todo eso sucede en el plano de los pensamientos y el intelecto, por esa razón no se llega a la transformación, como debe ser.

La Filosofía Yoga, que es una filosofía milenaria con más de cien mil años de existencia, indica qué debe hacer la persona para activar los niveles más sutiles de la mente hasta llegar al más sutil, que es el contacto con el Absoluto. A partir de ese momento nace la transformación total de la personalidad.

Supongamos de nuevo que el ladrón empieza la práctica del Mantra Yoga Meditación (MYM) que enseñamos en el Centro Yoga. Después de unos meses de práctica esa persona dejará de robar; si es una persona acostumbrada a mentir, dejará de mentir; y si es una persona acostumbrada a la negatividad, comenzará a tornarse hacia la positividad. Tendrá un mayor nivel de inteligencia y si es abogado será un mejor abogado, mejor médico, mejor arquitecto, lo mismo si es estudiante o comerciante. Tenemos la experiencia aquí en República Dominicana de cantidad de estudiantes que antes de la meditación sufrían de baja concentración, mala memoria y reprobaban sus materias, pero desde que empezaron la práctica de la meditación al mes ya obtenían mejores resultados. Algunos de esos estudiantes acudían a los médicos, pero no conseguían resultados suficientes. Desde que practican MYM no necesitan ni una pastilla porque a través de la meditación comenzaron a activar sus sistemas nerviosos, armonizándolos, y ahora funcionan mejor.

Cuando el individuo entra en contacto con el Absoluto, comienza a dormir menos y mejor. Regularmente la gente necesita dormir mucho tiempo porque tiene la mente y el cuerpo agotados por la tensión nerviosa, pero el sueño producido por la relajación que da la meditación es un sueño más profundo y reparador.

La gente que duerme mucho pierde el tiempo. Sólo los ignorantes duermen mucho. En el yoga tenemos la experiencia de personas que dormían hasta nueve horas al día y, con la práctica de la meditación, bajaron a seis, cuatro y tres horas sin sentirse cansados al despertar. Con una mente más concentrada y descansada, se trabaja con más calidad y facilidad. La base de todo es el contacto con el alma, que es la fuente de la sabiduría, del amor y de la creatividad. Y es de esa forma que se alcanza la transformación de la personalidad y se desarrolla el magnetismo de forma automática.

Se puede observar que hay gente que son buenas personas. Por ejemplo, hay muchachas muy bellas que, sin embargo, no tienen novio ni éxito económico. Se miran al espejo y ven sus cuerpos y vestidos y se preguntan: ¿qué pasa conmigo? Eso quiere decir que el magnetismo no está en el vestido ni en el maquillaje, el magnetismo tiene que ver con la personalidad.

Con el desarrollo de la personalidad automáticamente se aumentan las bellas cualidades como la integración del triple aspecto de la personalidad, para llevar una vida llena de paz, tranquilidad y amor, para trabajar mejor, para tener más armo- nía, para tener más concentración, más seguridad, más con- fianza en uno mismo, más salud, y que las enfermedades psicosomáticas, las preocupaciones, las tensiones nerviosas, la migraña y otros dolores de cabeza desaparezcan.

La meditación es una práctica muy bella que todos necesitamos para vivir una vida con más plenitud, para llevar una vida mejor y tener una sociedad mejor. Para la superación de la sociedad, cada individuo debe hacer algo para colaborar con esa superación.

El propósito del MYM es enseñar al individuo una técnica de auto desarrollo y a través de esa práctica se consigue la transformación de la personalidad, para llevar una vida mejor y mejorar la sociedad. Para iniciar esta práctica usted no tiene que cambiar su fe, ni su religión, ni su forma de ser. Sólo tiene que incorporar la práctica a su vida cotidiana.

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