Swami Gurú Devanand Saraswati Ji Maharaj

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Cuarto Discurso: YOGA DEL CONOCIMIENTO DIVINO

Jñāna Yoga

Ṥrībhagavān uvāca:
imaṁ vivasvate yogam proktavān aham avyayam
vivasvān manave prāha manur ikṣvākave’bravīt

El Señor bienaventurado dijo:
1. Este yoga imperecedero se lo revelé Yo a Vivasván[87]; Vivasván se lo enseñó a Manu[88] y Manu se lo transmitió a Ikshaváku[89].

evaṁ paraṁparāprāptam imaṁ rājarṣayo viduḥ
sa kāleneha mahatā yogo naṣṭaḥ parantapa

2. Transmitido en sucesión, todos los Reyes Sabios[90] conocieron este yoga, pero luego, en el largo transcurso de los tiempos, fue olvidado en el mundo, ¡oh destructor de enemigos[91]!

sa evāyaṁ mayā te’dyā yogaḥ proktaḥ purātanaḥ
bhakto’si me sakhā ceti rahasyaṁ hy etad uttamam

3. Si hoy te es revelado por Mí este mismo yoga imperecedero, es porque tú eres Mi devoto y Mi amigo, y este yoga secreto es en verdad Supremo.

Arjuna uvāca:
aparaṁ bhavato janma paraṁ janma vivasvataḥ
katham etad vījāniyāṁ tvam ādau proktavān iti

Arjuna dijo:
4. Tu nacimiento fue después del de Vivasvān y si es así, ¿cómo puedo creer que eres Tú quien le enseñó este yoga en el comienzo de los tiempos?

Ṥrībhagavān uvāca:
bahūni me vyatītāni janmāni tava cārjuna
tāny ahaṁ veda sarvāṇi na tvaṁ vettha parantapa

El Señor bienaventurado dijo:
5. Muchas han sido, ¡oh Arjuna!, Mis vidas pasadas y muchas también las tuyas; Yo las conozco todas, ¡oh destructor de enemigos!, pero tú no.

ajo’pi sann avyayātmā bhūtānām īṥvaro’pi san
prakṛtiṁ svām adhiṣṭhāya sambhavāmy ātmamāyayā

6. Yo soy no-nacido, el ātman imperecedero, el Señor de todos los vivientes; penetrando en Mi prakriti vengo a la existencia en virtud de Mi propia māyā.

yadā-yadā hi dharmasya glānir bhavati bhārata
abhyutthānam adharmasya tadātmānaṁ sṛjāmy aham

7. Cada vez que desfallece el dharma, ¡oh Bhārata!, predomina el adharma y entonces Me manifiesto.

paritrāṇāya sādhūnāṁ vināṥāya ca duṣkṛtām
dharmasaṁsthāpanārthāya sambhavāmi yuge yuge

8. Propiciar la estimación de los sadhus[92] y el rechazo de los que no buscan a Brahman, hasta conseguir la restauración del dharma, es el propósito con el que Me manifiesto edad tras edad[93].

janma karma ca me divyam evaṁ yo vetti tattvataḥ
tyaktvā dehaṁ punarjanma naiti mam eti so’rjuna

9. Mi nacimiento y Mi actividad son divinos y el que llega a descubrirlos en su verdad, ¡oh Arjuna!, no renace ya cuando abandona su cuerpo, sino que viene a Mí.

vītarāgabhayakrodhā manmayā mām upāṥritāḥ
bahavo jñānatapasā pūtā madbhāvam āgatāḥ

10. Libres de la pasión, el temor y la ira; absorbidos en Mí, refugiados en Mí, purificados por la austeridad del conocimiento, son muchos los que Me han realizado.

ye yathā māṁ prapadyante tāṁs tathaiva bhajāmy aham
mama vartmānuvartante manuṣyāḥ pārtha sarvaṥaḥ

11. No importa cuál sea la vía seguida para llegar a Mí, porque Yo siempre los acojo a todos. Cualquier camino que emprendan, ¡oh Pārtha!, les conduce a Mí, porque siempre es Mi camino.

kāṅkṣantaḥ karmaṇāṁ siddhiṁ yajanta iha devatāḥ
kṣipraṁ hi mānuṣe loke siddhir bhavati karmajā

12. Los que buscan triunfar en la tierra hacen sacrificios a los devas, pues en el mundo de los hombres[94], el triunfo, breve y temporal, viene por la acción.

cāturvarṇyaṁ mayā sṛṣṭaṁ guṇakarmavibhāgaṥaḥ
tasya kartāram api māṁ viddhy akartāram avyayam

13. Las cuatro castas emanaron de Mí y fueron distribuidas según los gunas y el karma; pero aunque Yo soy el autor de todo esto, debes saber que Yo permanezco inactivo e inmutable.

na māṁ karmāṇi limpanti na me karmaphale spṛhā
iti māṁ yo’bhijānāti karmabhir na sa badhyate

14. Las acciones no Me afectan, ni el fruto de las acciones es deseado por Mí. El que así Me conoce, no queda encadenado por el karma.

evaṁ jñātvā kṛtaṁ karma pūrvair api mumukṣubhiḥ
kuru karmaiva tasmāt tvaṁ pūrvaih pūrvataraṁ kṛtam

15. Los sabios antiguos Me conocieron así y alcanzaron la liberación sin dejar de cumplir su karma: tú también, cumple tu karma tal como lo hicieron esos sabios antiguos.

kiṁ karma kim akarmeti kavayo’py atra mohitāḥ
tat te karma pravakṣyāmi yaj jnātvā mokṣyase’ṥubhāt

16. ¿Qué es la acción? ¿Qué es la inacción? Como hasta los sabios se han mostrado perplejos en esto, voy a explicarte lo que es la acción verdadera a fin de que por su conocimiento quedes libre del mal.

karmano hy api boddhavyaṁ boddhavyaṁ ca vikarmaṇaḥ
akarmaṇaṥ ca boddhavyaṁ gahanā karmaṇo gatiḥ

17. Debes discriminar lo que es la acción, lo que es la acción errónea y lo que es la inacción; porque difícil de entender es en verdad la vía de la acción.

karmaṇy akarma yaḥ paṥyed akarmaṇi ca karma yaḥ
sa buddhimān manuṣyesu sa yuktaḥ kṛtsnakarmakṛt

18. El que sabe distinguir la inacción en la acción y la acción en la inacción es un sabio, un conocedor del yoga que sabe cumplir su karma.

yasya sarve samārambhāḥ kāmasaṅkalpavarjitāḥ
jñānāgnidagdhakarmāṇaṁ tam āhuḥ paṇḍitaṁ budhāḥ

19. Aquel cuyas acciones están desprovistas de todo propósito y libres de todo deseo de los frutos de la acción; aquel cuyas acciones se han purificado en el fuego del conocimiento, es llamado sabio por aquellos que saben.

tyaktvā karmaphalāsaṅgaṁ nityatṛpto nirāṥrayaḥ
karmaṇy abhipravṛtto’pi naiva kiṁcit karoti saḥ

20. El que abandona todo apego por los frutos de la acción y además permanece siempre satisfecho, sin depender de nada, ése es el que realiza la acción sin quedar comprometido en ella, pues en verdad no actúa.

nirāṥīr yatacittātmā tyaktasarvaparigrahaḥ
ṥārīraṁ kevalaṁ karma kurvan nāpnoti kilbisam

21. Sin deseo, con memoria constante del ātman, satisfecho con no ser poseedor de nada y cumplidor de su karma sólo con el cuerpo, no incurre en falta.

yadṛcchālābhasantuṣṭo dvandvātīto vimatsaraḥ
samaḥ siddhāv asiddhau ca kṛtvāpi na nibadhyate

22. Satisfecho con cuanto le sucede, liberado de la dualidad, sin envidia y equilibrado ante el triunfo o el fracaso, aunque actúe no le encadena el karma.

gatasaṅgasya muktasya jñānāvasthitacetasaḥ yajñāyācarataḥ karma samagraṁ pravilīyate

23. Libre de todo apego, absorbido en el conocimiento y cumplidor de su karma cual si ofreciera un sacrificio, logra en verdad extinguir por completo su karma.

brahmārpaṇaṁ brahma havir brahmāgnau brahmaṇā hutam
brahmai’va tena gantavyaṁ brahmakarmasamādhinā

24. Brahman es la ofrenda sacrificial y Brahman es la mantequilla clarificada[95], ofrecida por Brahman, que se vierte en el fuego del sacrificio que es Brahman; y Brahman es también el samādhi que alcanza el que sólo reconoce en su acción a Brahman en todo.

daivam evāpare yajñaṁ yoginaḥ paryupāsate
brahmāgnāv apare yajñaṁ yajñenaivopajuhvati

25. Algunos yoguis ofrecen el sacrificio ritual a los devas; y otros se ofrecen ellos mismos como oblación que vierten en el fuego de Brahman.

ṥrotrādīnīndriyāṇy anye saṁyamāgṇiṣu juhvati
ṥabdādīn viṣayān anya indriyāgniṣu juhvati

26. Algunos ofrecen el sentido del oído y otros sentidos como oblación que derraman en el fuego del dominio de sí mismos; y otros ofrecen el sonido y otros objetos de los sentidos como oblación que derraman en el fuego de los sentidos.

sarvāṇīndriyakarmāṇi prāṇakarmāṇi cāpare
ātmasaṁyamayogāgnau juhvati jñānadīpite

27. Hay otros que ofrecen todas las acciones de sus sentidos y todas las funciones de su fuerza vital[96] como oblación que derraman en el fuego del dominio de sí mismos iluminado por el conocimiento.

dravyayajñā stapoyajñā yogayajñās tathāpare
svādhyāyajñānayajñāṥ ca yatayaḥ saṁṥitavrataḥ

28. Hay otros que ofrecen como sacrificio sus riquezas, sus austeridades y su práctica del yoga; y otros de vida ascética y votos severos que ofrecen como sacrificio sus estudios de los textos sagrados y su conocimiento.

apāne juhvati prāṇaṁ prāṇe’pānaṁ tathāpare
prāṇāpānagati ruddhvā prāṇāyāmaparāyaṇāḥ

29. Hay otros que ofrecen como sacrificio la práctica del prānāyāma: la expiración en la inspiración y la inspiración en la expiración, con contención del flujo de la expiración y la inspiración, totalmente absorbidos en el dominio del prāna.

apare niyatāhārāḥ prāṇān prāṇeṣu juhvati
sarve’py ete yajñavido yajñakṣapitakalmaṣāḥ

30. Hay aún otros que practican una alimentación pura y derraman como sacrificio su prāna en el prāna (universal). Todos ellos son conocedores del sacrificio o mediante sus prácticas destruyen sus faltas.

yajñaṥiṣṭāṃṛtabhujo yānti brahma sanātanam
nāyam loko’sty ayajñasya kuto’nyaḥ kurusattama

31. En fin, hay los que toman el néctar[97] de los restos del sacrificio para alcanzar el Brahman eterno. Como ves, ni este mundo, ni mucho menos el otro son, ¡oh el mejor de los Kuru!, para los que no ofrecen sacrificio.

evam bahuvidhā yajñā vitatā brahmaṇo mukhe
karmajān viddhi tān sarvān evaṁ jñātvā vimokṣyase

32. Son muchas las clases de sacrificio que se ofrecen ante la faz de Brahman y todas ellas tienen su origen en la acción. Si conoces esto obtendrás la iberación.sacrificio.

ṥreyān dravyamayād yajñāj jñānayajñaḥ parantapa
sarvaṁ karmākhilaṁ pārtha jñāne parisamāpyate

33. El sacrificio del conocimiento es superior, ¡oh destructor de enemigos[98] , al sacrificio de los objetos de conocimiento. Debes saber que todo karma cumplido, ¡oh Pārtha!, culmina en ser conocimiento.

tad viddhi praṇipātena paripraṥnena sevayā
upadekṣyanti te jñānaṁ jñāninas tattvadarṥinaḥ

34. Busca el conocimiento con humildad y espíritu de servicio. Inquiere siempre, y el conocedor verdadero que ve la verdad te instruirá en el conocimiento.

yaj jñātvā na punar moham evaṁ yāsyasi pāṇḍava
yena bhūtāny aṥeṣeṇa drakṣyasy ātmany atho mayi

35. Si conoces esto no caerás en la confusión, ¡oh Pāndava!, y llegarás a percibir a todas las criaturas en el ātman y por consiguiente en Mí.

api ced asi pāpebhyaḥ sarvebhyaḥ pāpakṛttamaḥ
sarvaṁ jñānaplavenai’va vṛjinaṁ santariṣyasi

36. Aunque seas el más culpable entre los culpables, conseguirás cruzar más allá del mal si vas en la barca del conocimiento.

yathaidhāṁsi samiddho’gnir bhasmasāt kurute’rjuna
jñānāgniḥ sarvakarmāṇi bhasmasāt kurute tathā

37. Tal como el fuego reduce el combustible a cenizas, así, ¡oh Arjuna!, el fuego del conocimiento reduce a cenizas todo el karma.

na hi jñānena sadṛṥaṁ pavitram iha vidyate
tat svayaṁ yogasaṁsiddhaḥ kālenātmani vindati

38. No hay en este mundo un medio de purificación semejante al conocimiento. El que se establece en la perfección por el yoga realiza con el tiempo esta verdad en el ātman, en sí mismo.

ṥraddhāvāṁl labhate jñānaṁ tatparaḥ saṁyatendriyaḥ
jñānaṁ labdhvā parāṁ ṥāntim acireṇādhigacchati

39. Quien está consolidado en la fe, con los sentidos disciplinados, obtiene el conocimiento, y una vez ha obtenido el conocimiento marcha rápido hacia la Paz suprema.

ajñaṥ cā ṥraddadhānaṥ ca saṁsayātmá vinaṥyati
nāyaṁ loko’sti na paro na sukhaṁ saṁṥayātmanaḥ

40. Pero el no conocedor desprovisto de fe, lleno de dudas, camina hacia la destrucción. Para el hombre lleno de dudas no hay felicidad en este mundo ni en el venidero.

yogasannyastakarmāṇaṁ jñānasaṁcchinnasaṁṥayam
ātmavantaṁ na karmāṇi nibadhnanti dhanañjaya

41. El que por el yoga ha renunciado a la acción y por el conocimiento ha destruido la duda; el que se ha establecido en él ātman, ése, ¡oh conquistador de riqueza[99]!, no está encadenado por el karma.

tasmād ajñānasaṁbhūtaṁ hṛtshaṁ jñānāsinātmanah
chittvainaṁ saṁṥayaṁ yogam ātiṣṭhottiṣṭha bhārata

42. Así pues, destruida ya por la espada del conocimiento del ātman esa duda nacida de la ignorancia que mora en tu corazón, establécete con firmeza en el yoga. Ponte en pie, ¡oh Bhārata!

OM TATSAT
Tal es el Cuarto Discurso, titulado:
YOGA DEL CONOCIMIENTO DIVINO
(jñāna yoga)

COMENTARIOS AL DISCURSO IV: YOGA DEL CONOCIMIENTO DIVINO

Introducción (1-3):

El título de este Discurso se suele traducir de manera abreviada, tal como figura en nuestro enunciado, pero su sentido completo, según el texto, debería expresarse así: a) Yoga del conocimiento divino, b) (que obtiene el) que renuncia al fruto de la acción, c) y no le afecta el karma. (jñāna karma sanyāsa yoga).

Según este largo título son tres las prácticas yóguicas necesarias para alcanzar la unión y que confluyen en el conocimiento divino propuesto; sanyāsa (renuncia), karma (acción verdadera) y jñāna (conocimiento). En su desarrollo formal, el Discurso se ajusta a las tres prácticas mencionadas, durante tres secciones muy bien delimitadas.

En una autodefinición que precede a las tres secciones, el Señor penetra un grado más en el sentido verdadero de los dos juegos alegóricos que como ātman y como paramātman le corresponden al avatār Krishna en la Gītā.

La antigüedad, la naturaleza imperecedera y el secreto que el autor del Discurso le atribuye a este yoga se justifican por sí solos. El Señor bienaventurado, no nacido, imperecedero y sólo accesible para los que en Él se establecen y lo revelan para sí, es el único conocedor real de este yoga de validez eterna, que fue instituido con el primer hombre sobre la tierra que supo concentrarse y contemplar en profunda glorificación al ātman, al Señor.

Sección I. Yoga del conocedor del Señor (4-15)

Lo que importa es que sea bien entendido por todos qué cosa es Aquello que denominamos el Señor.

El dharma de cada hombre es conocer al Señor y para llegar a conocer hay que empezar por buscar. Lo que el Señor explica es que Él es el Señor de todos los vivientes, porque Él es el atman no nacido, imperecedero, que en todos y en cada uno de los vivientes mora como su ser propio. El Señor es el Ser de todos los vivientes. Según dice, Él penetra en la prakriti, que es suya (6) y por eso está en cada cuerpo, y en los sentidos, pensamientos y formas de conocer. Aposentado en todos como conocedor de todo en todos, es el Señor de los vivientes.

Si un hombre quiere encontrar al Señor ha de buscarlo en sí mismo y en el sí mismo de los demás, encuentro que es siempre confluente. Por eso dice el Señor que Él conoce todas las vidas pasadas de todos, porque todas son vidas suyas, y eso significa que conocer al Señor es igual a conocerse a sí mismo y conocer el sí mismo de todos.

El Señor se manifiesta en los hombres y entre los hombres. Entre los hombres se manifiesta como avatār, edad tras edad, para ayudar a que el dharma sea restaurado (8); y en los hombres se manifiesta en quienes han restaurado su dharma propio al fin, y una vez purificados por el conocimiento han realizado al Señor en sí mismos (10).

Realizar al Señor es conocer al Señor , una acción a la que por ser pura no hay que pedirle más fruto que el conocimiento, y a la que hay que entregarle, como renuncia, todo lo que uno cree ser. Sin tal renuncia no se manifiesta el Señor, porque lo que uno es, en tal caso, no resulta conocido.

Sección II. Yoga de la acción con renuncia (16-23)

La acción cumplida con deseo de resultados no es acción verdadera sino inacción, pues de ella no se deriva ningún conocimiento que conduzca a la libertad; y la acción cumplida sin deseo de obtener resultados es yoga, pues la renuncia al fruto es como conservar la inacción en la acción. Por sanyāsa cumple el hombre su karma hasta que lo extingue y se hace un conocedor del yoga sin abandonar su dharma en el mundo (16-18).

Si la acción verdadera es tanto como inacción en la acción es porque la acción con renuncia a los resultados es una acción libre, purificada en el fuego del conocimiento, en el que toda no discriminación es consumida. La acción sin apego a los frutos, con renuncia, es idéntica a la no-acción e inmutabilidad del Señor (19-20).

Con la locución memoria constante del ātman menciona el Discurso un hecho interior de rico contenido en el que la conciencia no pensante, exenta de pensamientos, permanece unida con el ātman. Sin deseo y satisfecho con no ser poseedor de nada, con no ser nada, pues tal hombre ha realizado en su conciencia la renuncia completa, tiene memoria del ātman más allá del pensamiento y del deseo, como necesidad interior profunda y constante. Entonces se puede decir que el camino hacia el conocimiento es transitado (21).

Quien permanece con memoria del ātman, siempre y sin deseo, tras su renuncia completa a sí mismo y a sus resultados, va a Brahman en cualquiera de sus acciones. Por el cumplimiento del sanyāsa karma, el karma se extingue porque esa acción es yoga (22-23).

Sección III. Yoga de la acción como sacrificio (24-32)

El Señor nos ha instruido en el Discurso III acerca de la acción como sacrificio que conviene estudiar en sus muchas formas, pues todas engendran cadenas si no se cumplen con fervor y sin apego.

El sacrificio es la acción natural de la Vida, las formas en las que todo lo creado participa. En verdad, todo es realmente Brahman y el que lo sabe contempla a Brahman en todo y descubre que hasta su acción propia es siempre un acto sacrificial por el que vierte sacrificio en el sacrificio, porque uno mismo es el que contempla y lo contemplado (24).

Cualquiera que sea la clase de sacrificio que se ofrece ante la faz de Brahman —y en este mundo hay muchas clases de sacrificio— es siempre una acción que conduce a Brahman; pero sólo engendra libertad el sacrificio que se entrega con renuncia al fruto.

Hay quien renuncia a la totalidad de sí mismo y con eso anula toda distinción entre el fruto y el destinatario del fruto. Esa es la verdadera renuncia desde donde es posible la contemplación de Brahman en la cumbre, en lo más alto (kūtastha), en la identidad inmutable de Brahman.

Sección IV. Yoga del sacrificio del conocimiento (33-42)

Desde el ofrecimiento de uno mismo como oblación (25) hasta el acto de tomar el néctar de los restos del sacrificio (31), todos los sacrificios que en los slokas se nombran son objetos de conocimiento, actos de sacrificio por los que se espera obtener conocimiento. Pero lo que al Señor debe ser ofrecido como sacrificio superior no son objetos de conocimiento sino el conocimiento mismo. Dicho de otra manera: toda acción cumplida, si es verdadera, se transforma en conocimiento que viene como resultado de tal acción, y ese conocimiento es lo que el Señor espera que le sea sacrificado (33). Así lo confirma en su Discurso final como Señor de la Gītā: Mi convicción… es que seré adorado con el sacrificio del conocimiento (XVIII, 70).

En los muy importantes slokas que siguen hasta el final del Discurso IV explica el Señor qué cosa es ese conocimiento cuyo sacrificio espera recibir:

Humildad y espíritu de servicio. Humildad es anonadación, saber con certidumbre que el hombre corporal que la conciencia conoce no es nada. Nada soy, nada me pertenece es la autoconfesión que a manera de mantra ha de repetir un yogui hasta que el error de ahamkāra es descubierto. Y si nada soy, ¿qué soy yo? El Discurso dice: Eres el ātman. Si existe entonces espíritu de servicio, lo que acaece es concentración y contemplación del ātman, y como el ātman es la verdad absoluta, empieza a llover desde allí la verdad contemplada, dividida en trozos de conocimiento, si hay fe bastante para recibirla.

Esta es la lluvia de conocimiento (buddhi) que cae sobre el conocimiento (buddhi) hasta inundarle, si es que buddhi ofrece su sacrificio con humildad y espíritu de servicio (34).

Los ríos de conocimiento enriquecen de conocimiento del ātman al conocimiento (buddhi), hasta que la contemplación le permite verse a sí mismo en el ātman y a todas las criaturas también en el ātman, en el Señor (paramātman) (35).

Caminar en tal conocimiento es como bogar en una barca que lleva por sí sola a la orilla de lo Imperecedero. Todo el karma se reduce a cenizas (36-37) y entonces la verdad del ātman la realiza el hombre por sí mismo (38).

El Señor dice además algo muy importante que no se debe omitir. El proceso hacia el ātman hay que verlo como una consolidación paulatina de la fe, de sraddhā, la fe inteligente, viva y despierta, cuyo punto de partida es la confianza,- levemente irracional en su origen, pero firme poco a poco, en que el ser, el ātman, es. A medida que el conocimiento crece, como es conocimiento del ātman se afirma en la unión con el ātman. Y la fe en el ātman es bienaventuranza tanto como la duda, que es creencia en ahamkāra, es destrucción.

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