Swami Gurú Devanand Saraswati Ji Maharaj

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Noveno Discurso: YOGA DE LA CIENCIA SOBERANA Y EL SOBERANO MISTERIO

Rājavidyā Rājaguhya Yoga

Ṥrībhagavān uvāca:
idaṁ tu te guhyatamaṁ pravākṣyāmy anasūyave
jñānaṁ vijñānasahitaṁ yaj jñātvā mokṣyase’ṥubhāt

El Señor bienaventurado dijo:
1. A ti, que ya no dudas, te voy a revelar el conocimiento secreto y el estado de sabiduría que es su realización. Cuando lo hayas conocido quedarás liberado del mal.

rājavidyā rājaguhyaṁ pavitram idam uttamam
pratyakṣāvagamaṁ dharmyaṁ susukhaṁ kartum avyayam

2. Esta es la ciencia soberana, el soberano secreto, el purificador supremo. Alcanzable por realización directa conforme al dharma, es fácil de realizar e imperecedero.

aṥraddadhānāḥ puruṣā dharmasyāsya parantapa
aprāpya māṁ nivartante mṛtyusaṁsāravartmani

3. Los hombres desprovistos de fe en este dharma, ¡oh destructor de enemigos[137]!, no Me alcanzan, sino que retornan a la rueda sin fin de muertes y renacimientos.

mayā tatam idaṁ sarvaṁ jagad avyaktamūrtinā
matsthāni sarvabhūtāni na cāhaṁ teṣv avasthitaḥ

4. Este universo está penetrado por Mí en mi forma inmanifestada. En Mí tienen sus raíces todos los seres, pero Yo no moro en ellos.

na ca matsthāni bhūtāni paṥya me yogam aiṥvaram
bhūtabhṛn na ca bhūtastho mamātmā bhūtabhāvanaḥ

5. Tampoco moran en Mí los seres. Contempla mi Yoga divino: Soy el soporte de los seres, pero no soy Yo quien mora en ellos, sino Mi ātman que los trae a la existencia.

yathā kāṥasthito nityaṁ vāyuḥ sarvatrago mahān
tathā sarvāṇi bhūtāni matsthānīty upadhāraya

6. Lo mismo que el viento poderoso que a todas partes va tiene siempre sus raíces en el ākāsha[138], debes saber que así todos los seres tienen sus raíces en Mí.

sarvabhūtāni kaunteya prakṛtiṁ yānti māmikām
kalpakṣaye punas tāni kalpādau visṛjāmy aham

7. Todos los seres, ¡oh hijo de Kunti!, entran en Mi prakriti al final de un kalpa[139], pero Yo los genero de nuevo al comienzo del kalpa siguiente.

prakritiṁ svām avaṣṭabhya visṛjāmi punaḥ punaḥ
bhūtagrāmam imaṁ kṛtsnam avaṥaṁ prakrter vaṥāt

8. Yo animo Mi prakriti y proyecto una y otra vez esta multitud de seres que quedan impotentes ante la fuerza de prakriti.

na ca māṁ tāni karmāṇi nibadhnanti dhanañjaya
udāsīnavadā ásīnam asaktaṁ teṣu karmasu

9. Estas acciones no Me encadenan, ¡oh conquistador de riqueza[140]!, porque permanezco impasible y sin apego a ellas.

mayādhyakṣeṇa prakṛtiḥ suyate sacarācaram
hetunānena kaunteya jagad viparivartate

10. Por Mi presencia produce prakriti todo esto, lo animado y lo inanimado; en su virtud prosigue el mundo su rueda, ¡oh hijo de Kunti!

avajānanti māṁ mūḍhā mānuṣīṁ tanum āṥritam
paraṁ bhāvam ajānanto mama bhūtamaheṥvaram

11. No me reconocen los ignorantes porque estoy revestido de forma humana. Desconocen Mi naturaleza suprema de gran Señor de todos los seres.

avajānanti māṁ mūḍhā mānuṣīṁ tanum āṥritam
paraṁ bhāvam ajānanto mama bhūtamaheṥvaram

11. No me reconocen los ignorantes porque estoy revestido de forma humana. Desconocen Mi naturaleza suprema de gran Señor de todos los seres.

moghāṥā moghakarmāṇo moghajñānā vicetasaḥ
rākṣasim asurīṁ caiva prakritiṁ mohinīṁ ṥritāḥ

12. Vanas son sus esperanzas y vanas son sus acciones y su conocimiento. Carecen de discriminación y asumen la ilusoria naturaleza de los rākshasas[141] y de los asuras[142].

mahātmanas tu māṁ pārtha daivīṁ prakrtiṁ āṥritāḥ
bhajanty ananyamanaso jñātvā bhūtādim avyayam

13. Pero los mahātmās, ¡oh Pārtha!, participan de la prakriti divina. Me adoran con su manas concentrado en Mí y Me conocen como la fuente inmutable de todos los seres.

satataṁ kīrtayanto māṁ yatantaṥ ca dṛḍhavratāḥ
namasyantaṥ ca māṁ bhaktyā nityayuktā upāsate

14. Me glorifican sin cesar, esforzados y firmes en sus votos. Me adoran con devoción y se prosternan ante Mí, siempre a Mí unidos.

jñānayajñena cāpy anye yajanto māṁ upāsate
ekatvena pṛthaktvena bahudhā viṥvatomukham

15. Hay otros que Me ofrecen como sacrificio el conocimiento y Me adoran como el Único, o como el Múltiple que de muchas formas está presente en todas partes.

ahaṁ kratur ahaṁ yajñaḥ svadhāham aham auṣadham
mantro’ham aham evājyam aham agnir ahaṁ hutam

16. Yo soy el ritual[143], el sacrificio, la ofrenda a los antepasados[144]; Yo soy la hierba medicinal, el mantra, la mantequilla clarificada; Yo soy el fuego y la ofrenda.

pitāham asya jagato mātā dhātā pitāmahaḥ
vedyaṁ pavitram oṅkāra ṛk sāma yajur eva ca

17. Yo soy el Padre de este mundo, la Madre, el Dispensador[145] y el Antepasado[146]; Yo soy lo cognoscible, el purificador[147] y el Omkāra[148]; y también soy el Rik, el Sāman y el Yaju[149].

gatir bhartā prabhuḥ sākṣī nivāsaḥ ṥaraṇaṁ suhṛt
prabhavaḥ pralayaḥ sthānaṁ nidhānaṁ bījam avyayam

18. Yo soy el Fin, el Soporte[150], el Señor[151], el Testigo, la Morada, el Refugio, el Amigo, el Origen, la Disolución, el Fundamento, la cámara del Tesoro y la Semilla imperecedera.

tapāmy aham ahaṁ varṣam nigṛhṇāmy utsṛjāmi ca
amṛtaṁ caiva mṛtyuṥ ca sad asac cāham arjuna

19. Yo doy el calor, Yo retengo y envío la lluvia; Yo soy la inmortalidad y la muerte; y también soy el ser y el no ser, ¡oh Arjuna!

traividyā māṁ somapāḥ pūtapāpā
yajñair iṣṭvā svargatiṁ pārthayante
te puṇyam āsādya surendralokam
aṥnanti divyān divi devabhogān

20. Los conocedores de los tres Vedas, los que beben el soma, los que se han purificado de sus faltas, Me adoran mediante sacrificios en busca del camino celeste. Así es como alcanzan el mundo puro del señor de los dioses[152] y gozan en el cielo los placeres de los devas.

te taṁ bhuktvā svargalokaṁ viṥālam
kṣīṇe puṇye martyalokaṁ viṥanti
evam trayīdharmam anuprapannā
gatāgataṁ kāmakāmā labhante

21. Después de gozar en el vasto mundo celeste, al extinguirse sus méritos, retornan al mundo de los mortales. Así es como seguidores de la doctrina de los tres Vedas y según sus deseos, ellos van y vuelven[153].

ananyāṥ cintayanto māṁ ye janāḥ paryupāsate
teṣāṁ nityābhiyuktānāṁ yogakṣemaṁ vahāmy aham

22. Pero a los que sólo a Mí Me adoran, a los que piensan sólo en Mí y permanecen unidos a Mí siempre, Yo les proporciono lo que aún no han alcanzado y les aseguro lo que ya poseen[154].

ye’py anyadevatā bhaktā yajante ṥraddhayānvitāḥ
te’pi māṁ eva kaunteya yajanty avidhipūrvakam

23. Incluso aquellos devotos que llevados por su fe adoran a otras divinidades, solo a Mí Me adoran, ¡oh hijo de Kunti!, aunque no en una forma adecuada.

ahaṁ hi sarvayajñānām bhoktā ca prabhur eva ca
na tu mām abhijānanti tattvenātaṥ cyavanti te

24. Yo soy en verdad, el Señor de todos los sacrificios [155], y el que los disfruta; pero esos hombres no Me conocen en realidad, y por eso caen.

yānti devavratā devān pitṝn yānti pitṛvratāḥ
bhūtāni yānti bhūtejyā yānti madyājino’pi mām

25. A los devas van los adoradores de los devas y los que adoran a los Antepasados van a los Antepasados. Los que adoran a las sombras de los muertos[156] van a las sombras de los muertos y aquellos que Me adoran vienen a Mí.

pattraṁ puṣpaṁ phalaṁ toyaṁ yo me bhaktyā prayacchati
tad ahaṁ bhaktyupahṛtam aṥnāmi prayatātmanaḥ

26. Una hoja, una flor, un fruto, agua, son cosas que siempre acepto si Me son ofrecidas como ofrenda devota de un pensamiento puro.

yat karoṣi yad aṥnāsi yaj juhoṣi dadāsi yat
yat tapasyasi kaunteya tat kuruṣva madarpaṇam

27. Todo lo que haces, lo que comes, lo que ofreces en sacrificio, tus limosnas, tus austeridades, todo eso, ¡oh hijo de Kunti!, hazlo ofrendándomelo a Mí.

ṥubhāṥubhaphalair evaṁ mokṣyase karmabandhanaiḥ
saṁnyāsayogayuktātmā vimukto mām upaiṣyasi

28. Así quedarás libre de las cadenas de la acción con sus buenos y malos frutos. Firmemente asentado en el yoga de la renunciación y liberado, vendrás a Mí.

ṥubhāṥubhaphalair evaṁ mokṣyase karmabandhanaiḥ
saṁnyāsayogayuktātmā vimukto mām upaiṣyasi

28. Así quedarás libre de las cadenas de la acción con sus buenos y malos frutos. Firmemente asentado en el yoga de la renunciación y liberado, vendrás a Mí.

samo’ham sarvabhūteṣu na me dveṣyo’sti na priyaḥ
ye bhajanti tu māṁ bhaktyā mayi te teṣu cāpy aham

29. Yo soy el mismo en todos los seres; a ninguno odio y ninguno Me es querido. Pero los que Me adoran con devoción, esos están en Mí y Yo estoy en ellos.

api cet sudurācāro bhajate mām ananyabhāk
sādhur eva sa mantavyaḥ samyag vyavasito hi saḥ

30. Si un hombre malvado Me adora con devoción firme, debe ser considerado en verdad como un justo porque ha decidido en justicia.

kṣipraṁ bhavati dharmātmā ṥaṥvacchāntiṁ nigacchati
kaunteya pratijānīhi na me bhaktaḥ praṇaṥyati

31. Pronto se convertirá en un hombre conforme al dharma y alcanzará la paz eterna; ten por seguro, ¡oh hijo de Kunti!, que el que es Mi devoto nunca perece.

māṁ hi pārtha vyapāṥritya ye’pi syuḥ pāpayonayaḥ
striyo vaiṥyās tathā ṥūdrās te’pi yānti parāṁ gatim

32. Los que se refugian en Mí, ¡oh Pārtha!, sean de origen impuro[157], las mujeres, los vaishyas[158], o los shūdras[159], ellos también alcanzan el Fin supremo.

kiṁ punar brāhmaṇāh puṇyā bhaktā rājarṣayas tathā
anityam asukhaṁ lokam imaṁ prāpya bhajasva mām

33. ¡Cuánto más los brahmanes puros y los reyes sabios, tan devotos! Aunque has venido a este mundo infeliz y transitorio, debes adorarme.

manmanā bhava madbhakto madyājī māṁ namaskuru
mām evaiṣyasi yuktvai’vam ātmānaṁ matparāyaṇaḥ

34. Concentra tu mañas en Mí, conságrate a Mí, ofréceme tu sacrificio, póstrate ante Mí. Una vez establecido en Mí y tras haberme tomado como tu Fin supremo, vendrás a Mí.

OM TATSAT
Tal es el Noveno Discurso, titulado:
YOGA DE LA CIENCIA SOBERANA Y EL SOBERANO MISTERIO
(Rājavidyā Rājaguhya Yoga)

COMENTARIOS AL DISCURSO IX: YOGA DE LA CIENCIA SOBERANA Y EL SOBERANO MISTERIO

Introducción (1-3)

La ciencia que el Señor se dispone a explicar en este Discurso, para que todos entren en posesión del conocimiento supremo, revela el misterio de que todo hombre es realmente Brahman.

Este misterio es el Misterio soberano que todos deben revelar en sí mismos, pues por él entra el hombre en la vía de la realización; pero es preciso para que tal misterio se realice que no exista en el hombre ni sombra de duda cuando dice de sí mismo: Yo soy realmente Brahman. Por eso dice el Señor: A ti, que ya no dudas.

Si no hay duda, la realización es fácil, porque es cumplimiento del dharma propio, que en todos es siempre eso: descubrir la identidad verdadera de uno mismo, y porque es directa. Ser directa la realización (pratyaksha avagama) significa que la percepción de este conocimiento no necesita intermediarios. Quien proporciona la ciencia es Brahman, el más interesado en su realización, puesto que Brahman es el dharma que debe ser revelado y el sí mismo real de quien emprende la realización.

Como signo de que esa realización es conforme al dharma, es el Señor bienaventurado en cuanto Señor de todos los sacrificios (adhiyajña) (24), quien se dispone a revelar el misterio. ¿Y quién podría revelarlo mejor que Él? Adhiyajña es el morador supremo en el sacrificio, el morador del cuerpo, que acepta para sí las acciones de los seres en sus cuerpos como sacrificio de sí mismo, y el que disfruta los sacrificios.

El Señor de todos los sacrificios, ¡bendito sea!, insiste en la necesidad de estar provisto de fe en que éste es el dharma y en que Él es el uno mismo real del que emprende la realización. Esa fe es por sí sola el purificador supremo. Los obstáculos, los enemigos, son por ella destruidos (3) con facilidad y la rueda de morir y renacer es al fin apartada (1-3).

Sección I. Cómo está el Señor en el universo (4-10)

Brahman está en el universo en su forma inmanifestada, lo cual significa que es invisible y sin forma y que toma su forma de aquello en lo que está. Brahman está en todas las cosas como su raíz y desde su origen difundido en ellas como principio de Vida en todas las formas (XII, 5). Por eso se dice que el universo está penetrado por Él (4).

Pero no se puede afirmar por eso que Brahman mora en los seres, aunque existe en todos, puesto que Él permanece impasible y asiste como absoluto Imperecedero a los actos que ejecutan los seres impulsados por la fuerza natural de prakriti. Por su parte, los seres no conocen a Brahman. Tienen su atención puesta en los objetos del mundo y no se puede decir que moran en Él, aunque están en Él. Ellos son traídos a la existencia animada o inanimada por el principio de Vida, principio o Vida a los que también llaman Conciencia cuando la miran desde el interior de sí mismos, y son traídos por la cercana presencia del ātman, que como Señor de los sacrificios asume para sí las acciones de todos (5-10).

Cada hombre debe concentrarse en esa forma divina, sin forma propia, inmanifestada; sólo así puede llegar a contemplar su raíz propia, adhiyajña, que como en el árbol asvattha está arriba (XV,1), en la Cima de sí mismo, pues por eso es el Señor de los sacrificios.

Sección II. Cómo puede ser reconocido el Señor (II-15)

Los ignorantes no reconocen a Brahman porque está revestido con las formas del mundo. Carecen de discriminación y se identifican con los gunas rajas y tamas; los primeros, porque su pasión por los objetos de los sentidos les lleva lejos de su propia raíz y los segundos, porque engañados por los sentidos no creen en el ātman y no buscan su raíz.

Pero están los mahātmās, los que han realizado que ātman sólo es Uno. Ellos conocen a Brahman como la fuente inmutable de todo y le ofrecen el sacrificio del conocimiento que ensalza el Señor de la Gītā. La adoración de tales mahātmās es doble, pues le adoran como el Único que está en todos y como el Múltiple que es la raíz de cada uno (11-15).

Sección III. Cómo adoran los hombres al Señor de los sacrificios (1624)

El Señor es la forma divina, inmanifestada, en todo lo que es, incluso más allá del ser. Por eso está el mundo lleno de adoradores que practican sacrificios, aunque a veces en una forma inadecuada, no directa.

Sólo a los que adoran al Señor de los sacrificios y permanecen siempre unidos a Él con firmeza, les asegura el Señor la realización de ese yoga (yogakshema) que consiste en conseguir al fin lo que buscan y no han alcanzado, y conservar el hecho venturoso de ser realmente Brahman absoluto e Imperecedero, cosa que son desde su origen sin saberlo. En eso consiste el conocimiento supremo: ser lo que uno realmente es.

Sección IV. Cómo hay que adorar al Señor (25-34)

Cada uno va a lo que adora, pero sólo hay un camino que conduce al Fin supremo: la adoración de Brahman. Mas no adores sólo con tus pensamientos, porque eso es cosa superficial. Que tu adoración sea contenida, interior, permanente, con necesidad y concentrada. Que todo tu vivir, tu hacer, tu respirar, esté consagrado a Brahman. Así irás a Brahman (25-27).

Asiéntate con firmeza, devotamente, en la renunciación, porque ese es el yoga que debes practicar. Cuando hayas renunciado a todo, incluso a ti mismo, entonces estarás en Brahman y Brahman estará en ti, porque ambas cosas son una misma (28-29)

No ser nada propio, sino ser Brahman, es la única manera honda y verdadera de adorar a Brahman. Con eso entrarás en purificación completa y lo impuro que había en ti perecerá hasta ser todo conforme al dharma (30-31).

Todos pueden alcanzar el Fin supremo. Sean hombre, mujer, vaishya, shūdra o impuro, todos alcanzan el Fin supremo, todos lo poseen y para todos está destinado. Tú vives en un mundo desdichado y transitorio, pero eso no te exime, sino que te obliga a adorar a Brahman, porque también para ti está reservado el Fin supremo (32-33).

Ofrécete a Brahman en sacrificio absoluto para ser idéntico a Mí, que soy adhiyajña, el Señor del sacrificio. Tómame como lo que en verdad soy, tú mismo, tu propio Fin supremo y entonces vendrás a Mí, a Brahman y a ti mismo, en Uno solo (34).

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