Swami Gurú Devanand Saraswati Ji Maharaj

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Tercer Discurso: YOGA DE LA ACCIÓN

Karma Yoga

Arjuna uvāca:
jyāyasī cet karmaṇas te matā buddhir janārdana
tat kim karmaṇi ghore māṁ niyojayasi keṥava

Arjuna dijo:
1. Si consideras, ¡oh liberador de los hombres[77]!, que el conocimiento es superior a la acción[78] ¿por qué me aconsejas, ¡oh el que goza de la felicidad[79]!, que ejecute esta acción tan violenta?

vyāmiṥreṇeva vākyena buddhiṁ mohayasīva me
tad ekaṁ vada niṥcitya yena ṥreyo’ham āpnuyām

2. Con tus palabras contradictorias confundes mi entendimiento. Señálame con precisión el camino por el que puedo alcanzar lo Supremo.

Ṥrībhagavān uvāca:
loke’smin dvividhā niṣṭhā purā proktā mayānagha
jñānayogena sāṅkhyānāṁ karmayogena yoginām

El Señor bienaventurado dijo:
3. Como ya te he dicho hay un camino doble, enseñado por Mí, ¡oh inmaculado!, que comprende el yoga del conocimiento de los sankhyas y el yoga de la acción que practican los yoguis.

na karmaṇām anārambhān naiṣkarmyam puruṣo’ṥnute
na ca saṁnyasanād eva siddhiṁ samadhigacchati

4. El que se abstiene del acto no se libra por eso de la acción; ni el que renuncia a la acción llega por eso a la perfección.

na hi kaṥcit kṣaṇam api jātu tiṣṭhatya karmakṝt
kāryate hy avaṥaḥ karma sarvah prakṝtijair guṇaiḥ

5. En verdad, nadie puede permanecer inactivo ni por un instante. Todo hombre es impulsado irremediablemente a la acción por los gunas de prakriti.

karmendriyāṇi saṁyamya ya āste manasā smaran
indriyārthān vimūḍhātmā mithyācāraḥ sa ucyate

6. El que, equivocado, reprime la actividad de sus órganos de acción[80] pero conserva el apego a los objetos de los sentidos, sigue una conducta hipócrita.

yas tv indriyāṇi manasā niyamyārabhate’rjuna
karmendriyaiḥ karmayogam asaktaḥ sa viṥiṣyate

7. Pero quien con dominio de los sentidos por medio de manas, sigue el karmayoga que le corresponde sin apego a la actividad de los sentidos, ése, ¡oh Arjuna!, es el que practica el camino superior a todos.

niyataṁ kuru karma tvaṁ karma jyāyo hy akarmaṇaḥ
ṥarīrayātrāpi ca te na prasidhyed akarmaṇaḥ

8. Cumple la acción que te corresponde, pues la acción es superior a la inacción. Ni aun tu vida corporal podría mantenerse sin la acción.

yajñārthāt karmaṇo’nyatra loko’yam karmabandhanaḥ
tadarthaṁ karma kaunteya muktasaṅgaḥ samācara

9. Cumple tu acción con fervor y sin apego, cual si se tratara de una ofrenda ritual. Sólo así evitarás, ¡oh hijo de Kunti!, quedar encadenado al mundo por la acción.

sahayajñāḥ prajāḥ sṛṣṭvā purovāca prajāpatiḥ
anena prasaviṣyadhvam eṣa vo’stv iṣṭakāmadhuk

10. Después de emanar los seres humanos y el sacrificio ritual conjuntamente, Prajāpati dijo[81]: “Por esto creceréis. El sacrificio será la vaca que facilitará que se cumplan vuestros deseos[82]”.

devān bhāvayatānena te devā bhāvayantu vaḥ
parasparaṁ bhāvayantaḥ ṥreyaḥ param avāpsyatha

11. “Mediante el sacrificio sustentaréis a los devas y ellos a su vez os sustentarán a vosotros. Con ese alimento mutuo cosecharéis el bien Supremo”.

iṣṭān bhogān hi vo devā dāsyante yajñabhāvitāḥ
tair dattān apradāyaibhyo yo bhuṅkte siena eva saḥ

12. “Nutridos por el sacrificio os concederán los devas los goces que deseáis; pero el que recibe esos dones sin dar nada a cambio es en verdad un ladrón”.

yajñāṥiṣṭāṥinaḥ santo mucyante sarvakilbiṣaiḥ
bhuñjate te tv aghaṁ pāpā ye pacanty ātmakāraṇāt

13. “Los hombres justos se alimentan con los restos del sacrificio y se liberan así de sus faltas; pero los que ofrecen el alimento para su propio provecho, ésos, en verdad, se alimentan de sus propias faltas”.

annād bhavanti bhūtāni parjanyād annasaṁbhavaḥ
yajñād bhavati parjanyo yajñaḥ karmasamudbhavaḥ

14. Las criaturas proceden del alimento; el alimento procede de la lluvia; la lluvia procede del sacrificio y el sacrificio tiene su origen en la acción.

karma brahmodbhavaṁ viddhi brahmākṣarasamudbhavam
tasmāt sarvagataṁ brahma nityaṁ yajñe pratiṣṭhitam

15. Has de saber ahora que la acción vino de Brahmā y que Brahmā proviene de lo Imperecedero; por eso, Brahman eterno, que todo lo penetra, está siempre presente en el sacrificio.

evaṁ pravartitaṁ cakraṁ nānuvartayatīha yaḥ
aghāyur indriyārāmo moghaṁ pārtha sa jīvati

16. Quien en vez de girar con esa rueda del mundo[83] prefiere vivir en sus propias faltas y gozar con sus sentidos, ése en verdad, ¡oh Pārtha!, vive en vano.

yas tv ātmaratir eva syād ātmatṛptaṥ ca mānavaḥ
ātmany eva ca saṁtuṣṭas tasya kāryaṁ na vidyate

17. Mas para el hombre que sólo se complace en el ātman, que encuentra su plenitud en el ātman y vive concentrado en el ātman, no existe, en verdad, otra acción que cumplir.

naiva tasya kṛtenārtho nā kṛteneha kaṥcana
na cāsya sarvabhūteṣu kaṥcid arthavyapāṥrayaḥ

18. Nada hay para él que adquirir por la acción y nada que perder por la acción no cumplida, pues él de nada depende.

tasmād asaktaḥ satataṁ kāryaṁ karma samācara
asakto hy ācaran karma param āpnoti pūruṣaḥ

19. Por tanto, cumple siempre sin apego tu karma, pues es así como el hombre alcanza lo Supremo.

karmaṇaiva hi saṁsiddhim āsthitā janakādayaḥ
lokasamgraham evāpi saṁpaṥyan kartum arhasi

20. Por el cumplimiento del karma lograron Janaka[84] y otros la perfección. Cúmplelo tú también y así cooperarás al bien de los hombres.

yad yad ācarati ṥreṣṭhas tat tad evetaro janaḥ
sa yat pramāṇaṁ kurute lokas tad anuvartate

21. Lo que hace un gran hombre es seguido por los otros. Él da el ejemplo y el mundo le sigue.

na me pārthāsti kartavyaṁ triṣu lokeṣu kiñcana
nānavāptam avāptavyaṁ varta eva ca karmaṇi

22. Ningún deber hay para Mí en los tres mundos, ¡oh Pārtha!, que Yo tenga que cumplir; y nada hay no alcanzado por Mí que Yo tenga que alcanzar. Sin embargo, Yo estoy en toda acción.

yadi hy ahaṁ na varteyaṁ jātu karmaṇy atandritaḥ
mama vartmānuvartante manuṣyāḥ pārtha sarvaṥaḥ

23. Si Yo no estuviera siempre, incansable, ¡oh Pārtha!, en toda acción, los hombres seguirían este ejemplo.

utsīdeyur ime lokā na kuryāṁ karma ced aham
saṅkarasya ca kartā syām upahanyām imāh prajah

24. Si Yo dejara de estar en la acción, los mundos perecerían y Yo sería el causante de la confusión de castas y de la destrucción de los seres.

saktāḥ karmaṇy avidvāṁso yathā kurvanti bhārata
kuryāt vidvāṁs tathāsaktaṥ cikīrṣur lokasaṁgraham

25. El ignorante actúa por su apego a la acción, pero el sabio, ¡Oh Bhārata!, actúa sin apego, sólo por el bien del mundo.

na buddhibhedaṁ janayedajñānāṁ karmasaṅginām
joṣayet sarvakarmāṇi vidvān yuktaḥ samācaran

26. El sabio no debe turbar al ignorante apegado a la acción, sino que siempre unido a Mí debe cumplir su karma y servir de ejemplo a los demás en todos sus actos.

prakṛteḥ kriyamāṇāni guṇaiḥ karmāṇi sarvaṥaḥ
ahaṁkāravimūdhātmā kartāham iti manyate

27. Los gunas de prakriti son los virtuales ejecutores de las acciones; pero con el ātman oscurecido por el poder de ahamkāra, el hombre piensa: Yo soy el que actúa.

tattvavit tu mahābāho guṇakarmavibhāgayoḥ
guṇā guṇeṣu vartanta iti matvā na sajjate

28. El que conoce la verdad sobre los gunas de prakriti y sus funciones, sabe que los gunas, ¡oh potentemente armado[85]!, actúan en los sentidos en reciprocidad con los gunas de los objetos de los sentidos. El que conoce esto sabe que todo son funciones de los gunas y no se apega a ellas.

prakṛter guṇasaṁmūḍhāḥ sajjante guṇakarmasu
tān akṛtsnavido mandān kṛtsnavin na vicālayet

29. Los que se ven confundidos por los gunas de prakriti sienten apego por las funciones de los gunas; pero el hombre de conocimiento perfecto no debe perturbar al ignorante de conocimiento imperfecto.

mayi sarvāṇi karmāṇi saṁnyasyādhyātmacetasā
nirāṥīr nirmamo bhūtvā yudhyasva vigatajvaraḥ

30. Consagra en Mí todas tus acciones; concéntrate en el ātman elevado[86]; renuncia a la esperanza; no creas ser poseedor de nada y, una vez curado de toda pesadumbre, lánzate al combate.

ye me matam idaṁ nityam anutiṣṭhanti mānavāḥ
ṥraddhāvanto’nasūyanto mucyante te’pi karmabhiḥ

31. Los que practican Mis enseñanzas llenos de fe y exentos de maldad, también se liberan del resultado de sus acciones.

ye tv etad abhyasūyanto nānutiṣṭhanti me matam
sarvajñānavimūḍhāṁs tān viddhi naṣṭān acetasaḥ

32. Pero aquellos que desdeñan Mis enseñanzas y no las practican confunden todo conocimiento, y has de saber que, privados de la capacidad de discernir, quedan condenados a ser destruidos.

sadṛṥaṁ ceṣṭate svasyāh prakṛter jñānavān api
prakṛtiṁ yānti bhūtāni nigraha kiṁ kariṣyati

33. El hombre conocedor actúa de acuerdo con su propia prakriti y los demás siguen su propia prakriti aun sin saberlo. ¿De qué sirve el intento de reprimirla?

indriyasyendriyasyārthe rāgadveṣau vyavasthitau
tayor na vaṥam āgacchet tau hy asya paripanthinau

34. La atracción y la repulsión de los sentidos hacia los objetos moran en los sentidos, y nadie debe caer bajo el dominio de estas dos fuerzas porque son el gran adversario.

ṥreyān svadharmo viguṇaḥ paradharmāt svanuṣṭhitāt
svadharme nidhanaṁ ṥreyaḥ paradharmo bhayāvahaḥ

35. Mejor es cumplir el dharma propio aunque sea en forma imperfecta, que cumplir a la perfección el dharma ajeno. Mejor es morir en el cumplimiento del dharma propio, que arrostrar el peligro de intentar cumplir el dharma ajeno.

Arjuna uvāca:
atha kena prayukto’yaṁ pāpaṁ carati pūruṣaḥ
anicchann api vārṣṇeya balād iva niyojitaḥ

Arjuna dijo:
36. Pero dime, ¡oh Varshneya!, ¿por qué es impulsado un hombre a cometer el mal aún en contra de su voluntad, cual si fuera empujado a la fuerza?

Ṥribhagavān uvāca:
kāma eṣa krodha eṣa rajoguṇasamudbhavaḥ
mahāṥano mahāpāpmā viddhy enam iha vairiṇam

El Señor bienaventurado dijo:
37. Por el deseo y por la ira, engendrados por el guna rajas que todo lo devora y lo mancha. Has de saber que este es el adversario aquí en la tierra.

dhūmenāvriyate vahnir yathādarṥo malena ca
yatholbenāvṛto garbhas tathā tene dam āvṛtam

38. El fuego es oscurecido por el humo, el espejo es cubierto por el polvo y el feto es envuelto por la membrana. Así es como Aquello es ocultado por esto.

āvṛtaṁ jñānam etena jñānino nityavairiṇā
kāmarūpeṇa kaunteya duṣpūreṇānalena ca

39. El conocimiento permanece oculto, ¡oh hijo de Kunti!, bajo ese insaciable fuego del deseo que es el constante adversario del sabio.

indriyāṇi mano buddhir asyādhiṣṭhānam ucyate
etair vimohayaty eṣa jñānam āvṛtya dehinam

40. Se dice que los sentidos y manas y buddhi sirven de asiento a esto. Así es como resulta nublado el conocimiento y prevalece el engaño.

tasmāt tvam indriyāṇy ādau niyamya bharatarṣabha
pāpmānaṁ prajahi hy enaṁ jñānavijñānanāṥanam

41. Por tanto, ¡oh el mejor de los Bhārata!, domina tus sentidos y podrás destruir a ese adversario que te impide asentarte en la realización de la sabiduría.

indriyāṇi parāṇy āhur indriyebhyaḥ paraṁ manaḥ
manasas tu parā buddhir yo buddheḥ paratas tu saḥ

42. Se ha dicho que los sentidos son superiores al cuerpo y que manas es superior a los sentidos; que buddhi es superior a manas y que Él es superior a buddhi.

evaṁ buddheḥ paraṁ buddhvā samstabhyātmānam ātmanā
jahi ṥatruṁ mahābāho kāmarūpaṁ durāsadam

43. Si realizas Aquél que es superior a buddhi, si te afirmas en el ātman por el ātman, destruirás, ¡oh potentemente armado!, ese adversario en forma de deseo tan difícil de vencer.

Sañjaya dijo:
OM TATSAT

OM TATSAT
Tal es el Tercer Discurso, titulado:
YOGA DE LA ACCIÓN
(karma yoga)

COMENTARIOS AL DISCURSO III: KARMA YOGA

Introduccción (1-3)

La acción pura, desinteresada, es yoga en la misma medida en que la práctica para el conocimiento es yoga si se cumple como acción pura, con renuncia al fruto. Por su parte, también esta práctica es yoga en la misma medida en que es yoga la acción pura, desinteresada, si tiene como fin supremo la realización del conocimiento. Dicho de otra manera: buddhiyoga es acción que por conocimiento conduce al cumplimiento del dharma propio, y karmayoga, cuando es acción pura, desinteresada, es conocimiento que culmina en el cumplimiento del dharma. Así es como parece ver el Señor fundidos, sin contradicción, en una sola vía, la práctica del buddhi yoga, propia del sānkhya y el karmayoga de los yoguis.

Quede muy claro que el yoga del conocimiento y el de la acción están tan entrañados entre sí que no es posible andar por un camino sin hollar el otro al mismo tiempo; para cualquier propósito de cumplimiento del dharma propio, no sólo no son contradictorios ambos yogas sino que hay que entenderlos como necesariamente complementarios.

Por eso, el Discurso que va a empezar está dedicado a explicar el yoga de la acción, pues pretende esclarecer bien los términos en que debe moverse toda acción si es que ha de ser pura, desinteresada, sin apego a los frutos.

Al empezar su Discurso califica el guru a su discípulo de Inmaculado, exclamación tal vez no exenta de ironía por el mucho escrúpulo de Arjuna al pedir datos muy precisos para las señales de su camino.

Sección I. La acción sin apego (4-9)

Vivir es acción impulsada por la vida de prakriti y sus gunas y nadie puede permanecer inactivo en ese vivir de lo creado; incluso el camino hacia el cumplimineto del dharma es acción y de ahí que se haya dicho que la acción es superior a la inacción.

Pero hay que distinguir la acción de los órganos de acción con apego a los objetos de los sentidos y la acción para lograr la fijación en Brahman. En el primer caso, la acción es exterior, con apego, con deseo y sin caminos hacia la perfección; cualquier intento de renunciar a esta acción mientras subsisten el apego y el deseo es una represión vana, inútil, que a nada conduce salvo a la falsedad.

La otra acción es interior y tiene por fin la fijación en Brahman. Esta es la acción recta que por sí sola pacifica los pensamientos y aporta la cesación del deseo de los objetos porque los pensamientos están lejos del deseo; y porque los motivos del deseo son conocidos y el deseo se aleja de los pensamientos. La acción exterior es inevitable porque es propia del vivir, pero con esto queda libre de apegos, reducida a ser una acción estrictamente corporal, externa. Los órganos cumplen sus acciones como quien hace una ofrenda ritual, el sacrificio, y nadie queda encadenado a estas acciones.

Por otra parte, la fijación en Brahman sólo será verdadera si está exenta de deseo y apego al cumplimiento del dharma. Por eso se ha dicho que la fijación exige no sólo renunciar a la acción, sino a uno mismo, pues hay que entender y realizar que no es uno quien actúa sino los gunas de prakriti tras engendrar el deseo y la ira, ni es uno quien vive en verdad, sino Brahman, el Inmutable.

Sección II. La acción como sacrificio (10-16)

El relato de Prajāpati ilustra el hecho de que el sacrificio (yajña) existe desde la eternidad como una forma de acción conformada por la ley, por lo que puede decirse que la acción y el mundo fueron creados al mismo tiempo.

Son muchos los misterios del sacrificio de los que el último es la mesa ceremonial acompañada de ofrendas. El sacrificio obedece a una ley universal por la que a cada ser creado le es dado progresar hasta la consumación de su dharma. Esa es, en toda la enorme amplitud de su grandeza, la propagación y el crecimiento de los que habla Prajāpati. El sacrificio es la ley de la Vida, porque todo se manifiesta y se desarrolla por la ley universal del sacrificio; y no como algo esencialmente penoso, sino como una natural y gozosa efusión de Vida de la que todo lo creado participa.

Pero el sacrificio, como es un misterio, es necesario estudiarlo en sus muchas formas para que su acción no engendre cadenas. En verdad, el mundo está encadenado por la acción y cada acción realizada es un nuevo eslabón que se suma a los precedentes; y de esa rueda de la acción sacrificial sólo es posible salir cuando la acción se hace por sacrificio con fervor y sin apego (9).

El sacrificio acompañado de ofrendas de arroz y manteca es también un sacrificio inmaterial de adoración, de austeridades (tapas), de glorificación y de alabanzas. Todo eso es sacrificio que se mueve en sincronía con una cadena sin fin de causa y efecto en la que el efecto es a su vez una nueva causa hasta el infinito. Toda acción sacrificial se sustenta en la vaca de los deseos y todo deseo se alimenta con la acción sacrificial.

Pero lo que dice el Discurso es que esta sucesión natural de la acción y el deseo puede ser truncada y convertirse en ley de realización. Eso es lo que ocurre cuando el hombre se entrega al sacrificio sometido al recto y desinteresado cumplimiento de la acción y sacrifica su acción sin pensar en el fruto de ella; o va al sacrificio sometido a la busca del conocimiento por el conocimiento mismo y sacrifica su conocimiento por amor al conocimiento, sin esperar nada a cambio más que la dicha incomparable de su entrega al sacrificio.

En tal caso, con Brahman presente en el sacrificio (15), la ley del universo se alza triunfante y las cadenas se rompen, porque esa es la acción única, natural y gozosa, por la que el hombre, y el mundo con él, alcanzan la perfección.

Sección III. La acción unida al ātman (17-26)

La unión con el ātman es yoga y la acción que lleva a esa unión es el dharma verdadero de todo hombre.

El camino del yoga está hecho de complacencia, de plenitud y concentración en el ātman (17), en una acción sin apego que es una acción superior que en los pasos hacia el yoga actúa como un viento denso interior; dicen que ése es el poder de Vāyu que aventa el deseo cuando hay apego y exalta la acción cuando hay concentración en el ātman. Vāyu convierte la chispa en llama en la que se incendia el deseo o consume su dharma la acción que debe ser cumplida.

Así es, según el Discurso, como alcanza el hombre lo Supremo (19). La unión con el ātman es el deber esencial, pero toda acción a cumplir es siempre el deber y hay que cumplirla sin apego, sin desear el fruto y sin olvido del ātman, cosa que ayuda a amar el deber.

En tal caso, se coopera al sostenimiento del mundo con el ejemplo de los actos propios (26) y además, el Purusha Supremo, su presencia, que permanece incansable en toda acción (23), se hace cada vez más plena y venturosa hasta que se consuma esa unión total con el ātman, que es el yoga.

Sección IV. La acción de los gunas (27-35)

Es muy importante saber que en ningún caso es el hombre el que actúa sino los gunas de prakriti, los cuales ejercen sus funciones sobre los sentidos, incluido manas, los pensamientos, que constituyen el sexto sentido.

Lo que dice el Discurso con su peculiar teoría del conocimiento no muy difundida, es que los sentidos y los objetos de los sentidos no son cosas radicalmente distintas como en general se cree. Los gunas son idénticos en todo a los objetos. La distinción entre los gunas de los objetos y los de los sentidos es errónea porque las funciones de los gunas son las mismas en ambos casos y por eso actúan en reciprocidad y acordados con un canon común de acción. Unas veces los gunas actúan como receptivos y otras como impulsivos, pero siempre actúan mientras tienen vida porque la acción es su naturaleza propia prakrítica, su vivir. Todos los gunas tienen vida en mayor o menor grado de desarrollo prakrítico, pero no son la Vida, sino que viven porque se fundan sobre los átomos o partículas de Vida verdadera, envueltas en la naturaleza peculiar de prakriti (33).

La Vida de los gunas impulsora del vivir de los sentidos y de los objetos, los faculta como virtuales ejecutores de las acciones; ellos son los que actúan, a través de cualquiera de los seis sentidos (los cinco y el uno), y por eso dice el Discurso que todo son funciones de los gunas (28).

En cambio, el hombre, en cuanto a su ātman propio, en cuanto a su sí mismo, es una porción de lo Supremo revestida de prakriti, y por eso el ātman es la Vida, lo Imperecedero, jamás nacido, lo que significa que nunca podría cambiar a ser Vida, que ya lo es, sino sólo a ser muerte, lo que es su negación imposible.

Algunos hombres se miran a sí mismos como la suma del ātman más prakriti y dicen que eso es el hombre completo; y hay otros hombres que aun tienen la conciencia más densa y su buddhi penetra menos en sí mismos, que dicen que el hombre es sólo los gunas de prakriti y que eso es todo; pero esto lo piensan porque las funciones de los gunas las ven, y si niegan su ātman es porque el ātman carece de acción y no puede ser conocido más que por el conocimiento desarrollado.

Como el hombre cree que en mayor o menor medida él es las funciones de los gunas que él mueve con sus sentidos, siente apego por esas funciones. Para tal hombre, la idea del ātman es algo confuso, oscuro, casi inexistente, un ātman degradado, si es que existe para él alguna idea del ātman, y en consecuencia, se identifica a sí mismo como prakriti, como sentidos, como los gunas y dice: Yo soy el que actúa (27).

Pero Yo soy el que actúa es una afirmación errónea, aunque es profesada por la mayoría de los hombres. Es el producto de una identificación inadecuada que el Discurso denomina ahamkāra; una afirmación tan común que la Gītā la menciona como una de las ocho divisiones en que aparece prakriti (VII, 4).

Dice el Discurso que la mayoría sigue su propia prakriti sin darse cuenta de que en realidad es conducido por los gunas; eso es ahamkāra. Sin embargo, el hombre conocedor —dice— discierne la acción de los gunas como acción externa a su sí mismo, y no intenta reprimir la potencia expansiva de prakriti, cosa que sabe que no es posible, sino que actúa de acuerdo con ella hasta cumplir el dharma peculiar de su propia prakriti. En tal caso, contempla los otros objetos sin apego, porque no pretende cumplir, además, el dharma ajeno (35).

El consejo superior lo da el Señor en el Discurso: Consagra en Mí todas tus acciones; concéntrate en el ātman elevado (en adhyātma, el ātman puro, tal como es en verdad), y… lánzate al combate (30).

Sección V. La acción sin deseo (36-43)

La acción realizada sin deseo del fruto, sin propósito de obtener algo a cambio, es la única acción que trae libertad.

Dice el Discurso que el guna rajas engendra el deseo y la ira, la cual viene con él por el deseo truncado. El deseo es esto, todo, porque todo lo oculta. Si se asienta sobre el pensamiento, prevalece el engaño; si sobre los sentidos, impulsa el mal; si sobre el conocimiento, lo obnubila. En cualquier lugar donde se establezca esto impide la contemplación del ātman.

La Gītā aconseja vencer el deseo para asentar el conocimiento purificado en la frontera del ātman (41); pero el deseo es un adversario difícil de vencer por la práctica del no deseo y es mejor reducirle por la acción del conocimiento.

Hay que entender que no hay ninguna causa distinta del ātman que pueda conducir hasta el ātman; ni hay ningún deseo valedero para alcanzar el ātman, pues el ātman no es ni podrá ser nunca un objeto de deseo. Cuando hay deseo del ātman, el deseo cubre al ātman como la niebla oscurece el sol de la mañana. En verdad, el ātman sólo se alcanza por el conocimiento puro que se recibe del ātman. Así pues, bien libre del deseo del ātman, el cual es tu último y definitivo adversario, concéntrate en el ātman, contempla el ātman por el ātman mismo. El sol despuntará para ti.

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