Int: ¿Cuál es el lazo entre Atma y Sattva, entre el sí mismo y la armonía universal?
Mah: El mismo que hay entre el sol y sus rayos. La armonía y la belleza, la comprensión y la afección son todas expresiones de la realidad. Es la realidad en acción, el impacto del espíritu sobre la materia. Tamas obscurece, Rajas distorsiona, Sattva armoniza. Con la maduración del Sattva todos los deseos y temores llegan a su fin. El ser real se refleja en la mente no distorsionada. La materia es redimida, el espíritu —revelado. Los dos se ven como uno. Son siempre uno, pero la mente imperfecta los veía como dos. La perfección de la mente es la tarea humana, pues la materia y el espíritu se encuentran en la mente.
Int: ¿Hay algún progreso en su condición? Cuando usted compara al usted mismo de ayer con el usted mismo de hoy, ¿se encuentra a usted mismo cambiado, haciendo progresos? ¿Crece su visión de la realidad en amplitud y profundidad?
Mah: La realidad es inmutable y sin embargo está en constante movimiento. Es como un poderoso río —fluye y sin embargo está aquí— eternamente. Lo que fluye no es el río con su lecho y sus orillas, sino su agua; así también el guna Sattva, la armonía universal, juega sus juegos contra Tamas y Rajas, las fuerzas de la obscuridad y de la desesperación. En Sattva hay siempre cambio y progreso, en Rajas hay cambio y regresión, mientras que Tamas representa el caos. Los tres gunas juegan eternamente unos contra otros —es un hecho y no puede haber ninguna disputa con un hecho.
Int: ¿Debo yo siempre embotarme con Tamas y desesperarme con Rajas? ¿Qué hay sobre Sattva?
Mah: Sattva es la irradiación de su naturaleza real. Usted puede encontrarla siempre más allá de la mente y de sus múltiples mundos. Pero si usted quiere un mundo, usted debe aceptar los tres gunas como inseparables —materia—energía— vida— uno en esencia, distinto en apariencia. Ellos se mezclan y fluyen —en la consciencia. En el tiempo y el espacio hay flujo eterno, nacimiento y muerte de nuevo, avance, retiro, otra vez avance, de nuevo retiro —aparentemente sin comienzo y sin fin; la realidad es atemporal, sin cambio, sin cuerpo, sin mente; la presenciación es dicha.