Otro de los peligros a los que se enfrentan los que comen carne es el que los animales con frecuencia están infectados con enfermedades que no son detectadas o que simplemente son ignoradas por los inspectores o por los productores. Con frecuencia si el animal tiene un tumor o un cáncer en alguna parte de su cuerpo esta porción es cortada y el resto del cuerpo es vendido como carne buena.
Lo peor ocurre cuando estos tumores son utilizados para carne de “perros calientes” puesto que estos son hechos de lo que eufemísticamente se ha dado por llamar “partes” que no son otra cosa que los residuos de los cortes de la carne, que incluyen los tumores mencionados. Un tumor molido es muy difícil de identificar una vez que es cortado en pedacitos y mezclado con las demás “partes”.
En una región de E.U. donde se hace una inspección regular de la carne vendida se encontró que 25,000 cabezas de ganados, con cáncer en el ojo, eran vendidas como carne “apta” para el consumo. Los científicos han encontrado que, si un pedazo de hígado con cáncer es dado al pescado como comida, este desarrolla un cáncer. Un famoso vegetariano, el Dr. J.H. Kellogg, dijo una vez cuando se sentó frente a su plato vegetariano: “Es agradable el poder sentarse frente a la comida y no tener que preocuparse de que se habrá muerto ese alimento”.
Enfermedades del Corazón
Pero quizá el argumento de mayor fuerza para no comer carne lo constituye la muy documentada correlación que existe entre el comer carne y las enfermedades del corazón. En E.U. (los países de mayor consumo de carne del mundo) una persona de cada dos morirá del corazón o de enfermedades relacionadas con las arterias de la circulación, mientras que estas enfermedades son prácticamente inexistentes en países donde el consumo de carne es bajo.
En 1961, el “Journal of the American Medical Association” reporto que el comer como vegetariano podría prevenir el 90-97% de las enfermedades del corazón (las tromboembolias y las oclusiones coronarias).
¿Qué es lo que hace que la carne sea tan dañina al sistema circulatorio?
Las grasas de la carne animal, como el colesterol, no se descomponen bien dentro del cuerpo humano. Estas grasas se adhieren a las paredes interiores de las arterias y venas mayores. A medida que continúa la acumulación de dichas grasas dentro de las arterias y venas, éstas se van reduciendo en espacio dentro, de manera que poco a poco la sangre va teniendo cada vez menos espacio libre por donde circular.
Esta grave condición es llamada arterioesclerosis; le impone una carga excesiva al corazón que tiene que bombear más y más fuerte para lograr enviar la sangre a todos los órganos del cuerpo que están reclamando el oxígeno y los nutrientes verdaderos, pero que no les llega porque están obstruidas por la grasa. El resultado: presión arterial alta, y ataques al corazón frecuentes.
Unos investigadores en Harvard encontraron que la presión arterial de los vegetarianos es significativamente más baja que la de un grupo similar que no eran vegetarianos. Durante la Guerra Coreana, 200 cuerpos de soldados americanos cuyo promedio era de 22 años fueron examinados después de muertos. Casi el 80% ya tenía endurecidas las arterias taponadas – de la grasa de carne acumulada.
Soldados Coreanos también muertos y de la misma edad fueron examinados y se encontró que sus arterias y venas carecían de este daño. Ellos eran básicamente vegetarianos.
Es ampliamente conocido que en E.U. el verdugo número uno son las enfermedades del corazón, las cuales han alcanzado proporciones epidémicas. Cada día más médicos (y la Asociación Americana del Corazón) restringen con más frecuencia la cantidad de carne que consumen sus pacientes con problemas del corazón y a algunos se la están prohibiendo completamente.
Los médicos reconocen hoy en día que el volumen y las propiedades de los vegetales fibrosos disminuyen el nivel de colesterol. El director del Departamento de Nutrición de la Universidad de Loma Linda en California describe los experimentos a través de los cuales ha demostrado que existen formas de comer cuyos principales ingredientes son los frijoles, los garbanzos, las lentejas, etc., y que comiendo estos se reducían los niveles de colesterol, aun cuando las personas continúan ingiriendo mantequilla.
La Putrefacción
Tan pronto se mata a un animal, las proteínas de su cuerpo se coagulan y se liberan enzimas autodestructoras, contrario a lo que ocurre en las plantas que tienen una pared celular rígida y un sistema circulatorio muy simple. Pronto se forman unas sustancias llamadas ptomaínas que son liberadas inmediatamente dándole a la carne animal, el pescado y los huevos esa propiedad común: la de descomponerse muy rápidamente al entrar en un proceso de putrefacción.
Se puede uno imaginar el estado de putrefacción y descomposición en que se encuentra la carne que consumimos cuando se tiene en cuenta el tiempo que transcurre desde el momento en que el animal es sacrificado, desmembrado, congelada y transportada la carne, dejada en la carnicería, para luego ser vendida y puesta de nuevo en el congelador de la casa si no se consume enseguida. Si esto ocurre, la carne pasa por un segundo deshielo, y finalmente, es preparada para su consumo.
Deberíamos una vez más preguntarnos, ¿qué es lo que se está consumiendo en ese momento, qué grado de frescura podrá tener una carne que de hecho sólo necesita unas pocas horas de exposición para que se inicie el proceso de putrefacción?
La carne pasa muy lentamente a través del sistema digestivo del hombre que, como ya hemos visto, no está diseñado para digerir carne. Le toma a la carne a veces hasta 5 días para salir del cuerpo del hombre, en comparación al día y medio que les toma a los vegetales para ser eliminados. Mientras pasan estos cinco días, los productos de la putrefacción de la carne se mantienen en constante contacto con los órganos digestivos. El hábito de comer carne de animal, en su característico estado de descomposición, crea una situación en el colon que desgasta el tracto digestivo prematuramente. La carne cruda, por estar en estado constante de descomposición, contamina hasta las manos del cocinero y de todo lo que entra en contacto con ellas.
Las autoridades británicas, después de que se produjo un envenenamiento de la comida en el mercado donde tajaban la carne, advirtió a las amas de casa que “manejaran la carne cruda como si fuese ésta, en términos higiénicos, comparable a una pila de estiércol”. Muchas veces las bacterias venenosas no son destruidas al ser cocinada la carne al homo, ni al fuego lento en el barbecue, ni cuando es asada, lo que permite que esta carne se convierta en una fuente de contaminación.
Enfermedad de los Riñones, Gota y Artritis
Entre las muchas sustancias tóxicas que un carnívoro ingiere se encuentra principalmente la urea y el ácido úrico (compuestos de nitrógeno). Un filete de carne contiene aproximadamente 14 gramos de ácido úrico por libra de carne.
Un doctor americano analizó la orina de personas que comen carne y la de vegetarianos y encontró que los riñones de los carnívoros tienen que trabajar tres veces más para eliminar los compuestos de nitrógeno que lo que tiene que trabajar el riñón de un vegetariano.
Cuando la gente es joven normalmente puede soportar esta carga adicional, de manera que no aparece temprano la evidencia de enfermedad o de daño causado, pero a medida que se envejece y los riñones se desgastan prematuramente, estos no pueden hacer su trabajo eficientemente y el resultado frecuente es una enfermedad de los riñones.
Cuando los riñones no pueden eliminar la excesiva cantidad de ácido úrico impuesto por la carne que se come, éste comienza a depositarse por todo el cuerpo. El ácido úrico del animal es absorbido por los músculos como una esponja que absorbe agua y después se cristaliza.
Cuando esto ocurre en las coyunturas, puede resultar la condición muy dolorosa de gota, artritis, o reumatismo. Pero cuando el ácido úrico se deposita en los nervios, el resultado es ciática y neuritis. Hoy en día se encuentran doctores que recomiendan a sus pacientes que sufren de alguna de estas enfermedades que dejen de comer carne o que la reduzcan drásticamente.
Pobre Eliminación
Como nuestro sistema digestivo no fue hecho para eliminar carne, los que la comen se quejan continuamente de tener muy pobre eliminación. La carne, muy pobre en fibra, tiene esta desventaja adicional – se mueve muy lentamente por el tracto intestinal (cuatro veces más lentamente que la comida vegetal) siendo esto el causante de la constipación crónica que se verifica hoy en día en nuestra sociedad.
Las investigaciones recientes han demostrado que, para tener un patrón sano de eliminación, se requiere del volumen que tiene la fibra natural y que sólo se encuentra en la comida vegetariana. Los vegetales, los granos y las frutas, contrario a la carne, retienen humedad que es lo que permite su fácil tránsito por el intestino.
Los vegetales tienen una generosa cantidad de fibra natural que ayuda enormemente a prevenir las enfermedades. De acuerdo con los últimos estudios, la fibra natural de estos alimentos es un elemento clave en la prevención del apendicitis, divertículos, cáncer de colon, obesidad y enfermedades del corazón.