Ayurveda no solo presta atención al bienestar personal, sino que también explica en detalle cómo lograr la armonía con uno mismo y con la sociedad. Se considera como un manual de instrucciones de vida natural, presentado en forma simplificada para que los seres humanos vivan en equilibrio y armonía.
Ayurveda pone especial énfasis en la constitución individual (Prakriti) y desarrolla un enfoque sistemático para mantener la salud física y mental del paciente, luego de comprender las características del cuerpo y la mente de éste.
Comprender esto nos permite convertirnos en nuestro propio sanador. De hecho, nos convertimos en nuestro propio dietista, entrenador personal, psicólogo, estilista y esteticista. El propósito de estas prácticas es fomentar la longevidad, la vitalidad, la fuerza física y mental, equilibrando la mente y las emociones. Así, Ayurveda significa la “ciencia de la vida” que también cubre el “arte de vivir”.
Ayurveda es una combinación de Sarira (cuerpo), Indriya (órganos preceptores), Sattva (perfecto estado mental) y Atman (alma). En esto radica la diferencia básica entre el Ayurveda y otros sistemas de medicina, ya que incluso la desconocida alma se ha incorporado al estudio de esta ciencia.
Según la tradición espiritual de la India, la enfermedad tiene dos causas:
– Desequilibrios físicos y psicológicos.
– Causas kármicas, es decir, los efectos de acciones incorrectas realizadas durante la vida, afectando al individuo tanto psicológica como espiritualmente.
La mayoría de las enfermedades surgen de factores físicos y espirituales; es por eso que el tratamiento se administra en ambos niveles corrigiendo los cuerpos físicos, astrales y espirituales que en la medicina occidental pueden entenderse como cuerpo, mente y alma.
Por lo tanto, el Ayurveda implica un tratamiento holístico de todo el ser humano. La naturaleza cósmica es un complemento importante al corregir los trastornos en el campo de energía, que gobierna el cuerpo físico y la consciencia. La enfermedad es a menudo la falta de amarse a uno mismo; amar tanto al cuerpo físico como al conjunto mental y emocional que forman nuestra personalidad.
Esto requiere que comprendamos que la vida de cada uno tiene un propósito y un significado en el desarrollo de la consciencia y del cuerpo, con el fin de buscar la verdad que se encuentra en lo más profundo de nuestro corazón, siguiendo nuestro propio camino espiritual y respetando el derecho de los demás a seguir sus propios caminos.
El Ayurveda respeta así la naturaleza Divina y la libertad de cada individuo para acercarse a la verdad, la cual es necesaria y significativa para todos y cada uno de nosotros.