¿Como se relaciona el vegetarianismo a la falta de comida en el mundo?
La respuesta es sencilla. La carne es la comida más antieconómica y anti-eficiente que podamos comer; el costo de una libra de carne y de su proteína es 20 veces más cara que la misma cantidad de proteína vegetal. De todas las proteínas y calorías que se les dan a los animales, sólo el 10% son recobradas en la carne que se consume; es decir, el 90% se va “caño abajo”.
Enormes acres (tareas o fanegadas) de tierra son utilizadas para el crecimiento de los animales que comemos como carne. Estas cantidades de tierra podrían ser utilizadas mucho más productivamente si fueran cultivados granos, frijoles y otras legumbres para el consumo del hombre.
Por ejemplo, un acre de tierra sembrada de pasto para hacer alimentar a las vacas para pastos proveería una sola libra de proteína de animal; pero ésta misma cantidad de tierra sembrada con soya produciría 17 libras de proteínas.
En otras palabras, para comer carne se necesita 17 veces más tierra que la cantidad que se necesita para plantar soya además la soya es más nutritiva, contiene menos grasa y está libre de los venenos que contiene la carne.
El alimentar y hacer crecer a los animales es un tremendo desperdicio de las fuentes de recursos de la tierra, no solamente de área cultivable, sino de agua. Se estima que para tener la carne estos animales utilizan 8 veces más la cantidad de agua que se necesita para cultivar vegetales y granos.
Esto quiere decir que mientras millones de personas de todo el mundo están muriendo de hambre, unos cuantos ricos están botando y desperdiciando enormes cantidades de tierra, agua y granos para poder comer carne, que a la vez está destruyendo su cuerpo.
Los americanos consumen más de una tonelada de grano por persona al año a través de los granos con que se alimentan a los animales, mientras que el resto del mundo come en promedio 400 libras de granos por persona al año sin dárselos a los animales.
El entonces Secretario General de las Naciones Unidas, Kurt Waldheim, cuando estaba en ese puesto, dijo que el consumo de los países ricos es la causa principal del hambre que existe alrededor del mundo, y las Naciones Unidas ha recomendado enérgicamente que estos países disminuyan su consumo de carne.
La solución principal para la crisis global de comida, dicen muchos científicos hoy día, está en convertimos gradualmente de carnívoros a vegetarianos. “Si fuésemos vegetarianos eliminaríamos el hambre de la faz de la tierra. Los niños nacerían y crecerían bien alimentados y vivirían más sanos.
Los animales estarían libres para vivir en su ambiente natural y no estarían forzados a reproducirse en grandes números como esclavos para ser engordados sólo para el matadero. Lo peor, engordados con la comida natural y nutritiva que muchas gentes con hambre pudieran estar comiendo”. (B. Pinkus, Proteínas Basadas en Vegetales).
“La tierra tiene suficiente para todas las necesidades de los hombres, pero no tiene suficiente para toda la ambición de los hombres”. (Mahatma Gandhi).
Dado que muchos científicos afirman hoy día que las necesidades futuras de alimentación se podrán cubrir con las proteínas vegetales de los vegetales, muchos países occidentales han financiado una intensa investigación para desarrollar proteínas basadas sobre vegetales que se extraigan de la harina de soya. Los Chinos, entre muchos otros, están muy adelantados en este tipo de investigación; ellos han obtenido excelente proteína comiendo tofú y otros productos de soya durante miles de años.
El vegetarianismo es la forma de comer del futuro si vamos a salvar nuestros recursos naturales y la vida de aquellas personas que padecen hambre en el mundo entero. El vegetarianismo apunta hacia la dirección que todos debemos seguir. A medida que la gente se da cuenta de los beneficios del vegetarianismo se comprenden los resultados desastrosos que se obtendrán de continuar la manera actual de consumir carne.
Aunque la producción de carne es seguramente uno de los contribuyentes mayores a la crisis mundial de la falta de alimentos, es sólo una incompleta representación del problema verdadero que lo subyace; la lucha de la mayoría por obtener la satisfacción de sus necesidades básicas.