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La Meditación, Las Ondas Cerebrales

Recientes descubrimientos científicos han arrojado nueva luz sobre este proceso milenario del yoga. El cerebro, compuesto por billones de células nerviosas, creando minúsculas corrientes eléctricas, emana ondas electromagnéticas sutiles u “ondas cerebrales” que varían con los cambios de estado de conciencia. Estas ondas cerebrales pueden ser detectadas conectando unos electrodos sensibles de aparatos EEG (aparatos de registro de la electricidad del cerebro o Electroencefalograma), a la cabeza de la persona, que capta estos ritmos y los registra sobre un gráfico. De este modo los científicos han descubierto, algunos distintos tipos de ondas cerebrales que son emitidas en diferentes estados de conciencia.

Conciencia alterada “normal”: Ondas Beta

La onda cerebral producida durante la conciencia de vigilia normal es la onda beta, un ritmo acelerado irregular (13 o más ciclos por segundo): Esta es una manifestación gráfica del estado agitado e inquieto de la mente de la mayoría de las personas.

Onda Alfa: Serena y Alerta

Durante un estado de calma alerta, no obstante, el cerebro muestra un tipo de onda completamente diferente: la onda alfa, mucho más lenta (cerca de 8 ciclos por segundo), estable y rítmica, pero de mayor “amplitud” o energía. Aunque la mente esté más calmada y equilibrada, no es débil, ni pasiva: está serena pero extremadamente alerta. Las ondas alfa emanan del cerebro durante experiencias de telepatía mental o de inspiración creativa.

Calmando las ondas cerebrales por medio de la meditación

Experimentos realizados con practicantes de meditación han demostrado que, durante su práctica, las ondas cerebrales disminuyen inmediatamente desde el ritmo inestable de beta al más sereno de alfa; y con la concentración continua en el mantra, el nivel de energía de las ondas alfa, se incrementan. Practicantes de meditación con experiencia han demostrado, no obstante, estar siempre en ritmo alfa, incluso durante sus actividades diarias. Por la meditación regular sus mentes se han vuelto perpetuamente alertas y serenas.

Muchas personas han experimentado una extraña detención del tiempo y de los acontecimientos que les rodean durante momentos de intensa concentración o de extrema emoción. Importantes figuras del deporte describen a menudo sus experiencias sobre este “efecto retardado” durante momentos críticos de la competición, como si ellos estuvieran observando una película en cámara lenta. Esta sensación está acompañada muchas veces de un sentimiento de despreocupación mental, y en este estado de ecuanimidad sus acciones son fáciles y sus actuaciones se vuelven perfectas.

El análisis por ordenador de ciertos mantras ha revelado que sus frecuencias acústicas son similares a las frecuencias cerebrales alfa y a otras más lentas. Así pues, los ritmos del mantra, más lentos y sutiles, se imponen sobre las agitadas ondas cerebrales, deteniendo y calmando progresivamente la mente.

Ondas Theta y Delta: Meditación Profunda


Gradualmente, en meditación profunda, las ondas alfa se transforman en las más lentas y poderosas del ritmo theta (4 ciclos por segundo). Según los científicos, en este super-consciente estado theta, la mente se inunda con ideas creativas y felicidad interna, como si uno estuviese en las mismas puertas de la Conciencia Cósmica.

Cuando la meditación se vuelve más y más profunda, las ondas cerebrales disminuyen aún más, hasta convertirse en las ondas delta (1 ciclo por segundo). El nivel de energía crece y el éxtasis interior se vuelve más y más intenso… hasta que de pronto la mente se detiene.

Todo el movimiento del universo e incluso la propia mente, parecen cesar por completo. Todas las ilusiones de movimiento o de tiempo, toda distinción entre interior y exterior, entre perceptor y percibido, se desvanecen en un momento. El que medita penetra a través de los confines del espacio y del tiempo y se sumerge en el infinito. De este modo, durante la meditación, por la continua superposición de la vibración del mantra sobre el ritmo personal, las ondas cerebrales gradualmente se vuelven más lentas y sutiles, hasta que se hacen infinitas y la mente se sumerge dentro de la Conciencia Suprema:

Beta – – – Alfa – – – – Theta – – – – – Delta – – – – – – – – Conciencia Cósmica.

 
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