Primero debe ser pulsativo. Debe ser de dos sílabas, así puede fluir rítmicamente con la respiración para que ésta tenga un profundo efecto sobre el propio estado de conciencia. Habréis notado que cuando estás enojado o perturbado, vuestra respiración es rápida y corta, pero cuando estás absorto en alguna tarea, respiras naturalmente de forma lenta y profunda.
El funcionamiento de la respiración está estrechamente asociado con el fluir de la energía vital del cuerpo, llamada Prana, cuyos cambios internos afectan de manera importante a la mente. Si la respiración es rápida e irregular, el Prana se vuelve inestable y agitado; la mente se perturba y la percepción y el pensamiento son confusos; por todo ello el control de la respiración (Pranayama) es una parte esencial en la práctica del Yoga. Cuanto más lenta y regulada es la respiración, hay mayor calma en el Prana y mayor concentración de la mente.
Había una vez un ministro que disgustó mucho a su rey. Como castigo, éste ordenó que le enterraran en lo alto de una torre para que muriese allí. Esa noche, su fiel esposa llegó hasta la torre llorando para ver si había alguna posibilidad de ayudarle a escapar. Él le dijo que volviera a la torre la noche siguiente trayendo consigo una larga soga, algo de cuerda, algunos hilos de seda, un escarabajo y un pote de miel. Sorprendida por la orden tan extraña, la esposa obedeció y a la noche siguiente le trajo los artículos deseados. El ministro mandó atar fuertemente un hilo de seda alrededor de una pata del escarabajo, luego untar sus antenas con una gota de miel y colocarlo sobre la pared de la torre con su cabeza hacia abajo. Atraído por la miel, el escarabajo trepó lentamente por la pared, llevando el hilo detrás de él.
Horas más tarde éste llegó a lo alto, el ministro lo cogió y desató el hilo de seda. Luego pidió a su esposa que atara la otra punta del hilo que colgaba sobre el suelo a la cuerda larga. Tiró luego hacia arriba del hilo hasta que pudo tomar la cuerda. Después le dijo a su mujer que atara la otra punta de la cuerda a la soga y tirando de aquella pudo sujetar la soga. Ató ésta a la otra ventana de la torre y se deslizó hacia abajo, hacia la libertad.
El hilo de seda es el movimiento de la respiración; la cuerda, el Prana o energía vital; y la soga, la mente. Por el control del movimiento de la respiración podemos controlar el Prana, por el control del Prana podemos controlar la mente. Así logramos la liberación de todas las ataduras.
Por eso el mantra debe ser de dos sílabas, así este cantar interno, lento y rítmico, servirá para calmar la respiración, estabilizar el Prana y tranquilizar y controlar el inquieto vagabundeo de la mente.