En terminología Advaita, el Prarabdha Karma son los Vasanas (hábitos, posesiones y nociones preconcebidas) y los Purushartha son los esfuerzos para controlar sus efectos. Es posible clasificar el Prarabdha Karma de uno por el nivel de efectos potenciales. Por ejemplo, el problema de la adicción al alcohol puede variar entre las personas y se puede clasificar de muy aguda (no tratable) a muy leve (fácilmente controlable con cierta disciplina). El Prarabdha también cae en una clasificación similar, ya que cuando el Prarabdha es muy agudo no se puede cambiar a pesar de los Purusharthas (esfuerzos) intensos y extraordinarios durante la vida.
Por ejemplo, nuestro nacimiento a través de ciertos padres en un determinado país, comunidad, casta, credo, raza o sexo después de que sucedió, no se puede cambiar. No podemos cambiar a nuestros padres y nuestros parientes y amigos.
La ley del Karma (teoría del Karma) postula que lo que adquirimos en el momento de nuestro nacimiento se debió a las consecuencias de nuestras acciones pasadas que crearon débitos o créditos con nosotros en nacimientos anteriores. Por lo tanto, durante la vida actual agotamos una parte de nuestro Karma pasado.
Los efectos de algunos Prarabdhas pueden ser diluidos por nuestros persistentes esfuerzos (Purusharthas). Por ejemplo, si uno está destinado a sufrir un fuerte golpe de piedra en nuestra frente, no podemos escapar por completo de este destino, sin embargo, podemos tomar medidas (Purusharthas) para reducir el dolor y obtener el tratamiento necesario. Si nos duele la cabeza, podemos aliviar el dolor tomando una aspirina. Si nuestro Prarabdha es suave, podemos eliminarlo completamente con un Purushartha agudo, ¡como lavar nuestra ropa sucia!
La conclusión del proceso del pensamiento anterior es hacernos conscientes de que debemos continuar con nuestro Purushartha y nunca tratar de abandonarlo en ninguna etapa. Cuando nuestros esfuerzos fallan, podemos reconciliar que ciertas cosas están más allá de nuestros Purusharthas y aprender a aceptar el resultado y atribuirlas como causa de un Prarabdha muy agudo. Toda esta línea de análisis de acción-resultado requiere una fuerte creencia en la teoría del Karma. ¡Prarabdha no es más que los frutos maduros del Karma anterior y nadie que más nosotros, ni siquiera Dios, es responsable o culpable!
