Cuanto más lujosa es una vida, más difícil resulta preservar la energía seminal. Una mirada superficial a través de la historia muestra que personajes verdaderamente grandiosos llevaron vidas simples y sin ostentación. La vida simple es un signo de grandeza. Aprende a seguir la vida de las grandes almas santas.
El Swami Guru Devanand Saraswati Ji Maharaj nos dice lo siguiente en el libro “Junto al Maestro”:
Entre las cualidades principales e imprescindibles para el progreso en la vida espiritual, se encuentra principalmente, la sinceridad, la humildad, la perseverancia y la constancia en el Mantra Yoga Meditación.
“Si es para dedicarse con sinceridad y humildad a la vida espiritual, el individuo puede renunciar a todo, no importa lo que sea. Porque el objetivo de vivir es para lograr un desarrollo espiritual. La vida no tiene otra finalidad. Cuando el esposo muere, la esposa y los hijos siguen viviendo sin él. ¿No es lo mismo?”
La vida espiritual no es comodidad, sino sacrificio, austeridad, humildad y obediencia al Maestro. No es darte comodidades a la gente, sino enseñarles que deben de aprender a ajustarse a las circunstancias de la vida como se presenten. Sólo así usted los ayuda a madurar. Trate de mejorar la calidad de su vida practicando el Mantra Yoga Meditación, pero también aprenda a ajustarse emocionalmente a las sorpresas que le depara la vida con valentía y paciencia.
Recuerda siempre al Gurú. Practica siempre la técnica que te enseñó y desarrolla las cualidades mayores del discípulo: Veracidad, sinceridad, humildad, constancia en la práctica, inegoísmo, perseverancia, devoción al Maestro y renunciación. Esa es tu tabla de salvación. (Swami Guru Devanand Saraswati Ji Maharaj, “Junto al Maestro”)
Brahmacharya o castidad inmaculada, es la mejor de todas las penitencias. Un célibe practicante de tan Inmaculada castidad no es un ser humano, sino un Dios. Para el célibe que conserva el semen con sus grandes esfuerzos, ¿qué le es inalcanzable en este mundo? Por el poder del autocontrol del semen, uno se vuelve como Yo. – Shri Adi Shankaracharya
