Aquí haremos una breve digresión sobre “la Reencarnación”, pues la teoría del Karma se basa en la reencarnación a partir de los efectos diferidos remotamente de las acciones realizadas en la vida actual. Examinemos para quién o para qué entidad es posible el reencarnación.
Bhagavad-Gita es uno de los tríos básicos (Prasthanatraya) del antiguo pensamiento hindú. Se considera un resumen de todos los Upanishads. El Capítulo II del Bhagavad-Gita, a su vez, se dice que es la esencia de todo el Gita.
Si nos vamos a los Slokas del 16 – 21 del Capítulo II, encontramos que sólo dos entidades se proyectan en la discusión. Uno es “sat” y el otro es “asat”. Sus atributos respectivos también se explican claramente en esos slokas.
“Sat” significa existencia. “Sat” no nace, no muere; nunca ha sido, nunca ocurre. Sat es innacido, antiguo, eterno, inmutable, indestructible, ilimitado, etc.
Por otro lado, “asat” no existe, tiene formas y nombres, se destruye y tiene un final. Es impermanente y limitado.
En este capítulo, no se postula un tercer elemento. El llamado Jiva (o Atman) también es Brahman (Sat).
Por la naturaleza misma de la descripción que se hace en estas slokas, no es verdadera la cuestión del nacimiento, dejando la “noción” de reencarnación solo para “sat”. Ya que “Asat”, sin existencia y siendo impermanente no puede renacer una vez que la misma ha llegado a su fin.
