Huw Price, de la Universidad de Sydney, reexaminó el tema recientemente en el contexto de la mecánica cuántica. Concluye que la idea de que el pasado no está influenciado por el futuro es una ilusión antropocéntrica, una “proyección de nuestra propia asimetría temporal”. La razón por la cual las cosas que hacemos en el presente no parecen haber alterado el pasado, de acuerdo con su argumento complejo, ¡es que el pasado ya ha tenido en cuenta lo que estamos haciendo!
Las observaciones cosmológicas directas están llevando a los astrofísicos a la alta probabilidad de la existencia de otros universos. La teoría de cuerdas en “once dimensiones” y la teoría de múltiples universos de la que se habla en física requieren que comprendamos el tiempo desde una nueva perspectiva.
En palabras del profesor Tegmark, (2003), “ahora estás en el universo A, en el que estás leyendo esta oración. Ahora estás en el universo B, en el que estás leyendo esta otra oración … Todos los estados posibles existen en cada instante, por lo que el paso del tiempo puede estar en el ojo del espectador”. ¡Entonces todos los eventos han ocurrido todos a la vez! Como lo expresó el físico Deutsch hace décadas, los muchos universos son una colección de momentos. “No existe el” flujo del tiempo “. Cada “momento” es un universo del multiverso. Cada momento existe para siempre; no fluye de un momento anterior al siguiente. El tiempo no fluye porque el tiempo es simplemente una colección de universos. Existimos en múltiples versiones, en universos llamados “momentos”.
Piero Scaruffi (2003) señala nuestra falacia con respecto al tiempo de la siguiente manera: “¿Qué pasaría si el Sol de repente se desacelerara? La gente de todo el planeta aún pensaría que un día es un día. Su unidad de medida sería diferente. Estarían midiendo otra cosa, sin saberlo. ¿Qué sucedería hoy si una ola galáctica hiciera que todos los relojes frenen? Todavía pensaríamos que diez segundos son diez segundos. Pero los “nuevos” diez segundos no serían lo que solían ser diez segundos. Entonces los relojes no miden el tiempo, sólo se miden a sí mismos. Tomamos un movimiento que es igual en todo el planeta y lo usamos para definir algo que nunca encontramos en la naturaleza: el tiempo “.