Lo más valioso del océano se encuentra en el fondo. La perla es algo muy pequeño, muy valioso y difícil de conseguir. Del mismo modo, el Ser es como la perla, para encontrarlo debes sumergirte en el silencio, cada vez más y más profundo, hasta que logres alcanzarlo.
Ramana Maharshi es el silencio personificado, y enseñó la esencia pura no dual a través del silencio perfecto. Lo que este maestro claramente enseñó a través de la gran y poderosa autoatención es sólo esto y nada más: QUÉDATE QUIETO. Aparte de esto, la mente no tiene ninguna otra tarea que hacer, ningún otro pensamiento que pensar.
Cuando Sri Ramana hablaba sobre el tema del silencio, usualmente usaba la palabra sánscrita “mauna”. Al usar este término dejó en claro que no estaba indicando una mera ausencia de sonido; más bien, se refería al estado inmóvil, silencioso y pacífico del Ser que está más allá y antes de los antónimos del ruido y la quietud física.
Refiriéndose al mauna, Sri Bhagavan dijo: ‘El silencio es de cuatro tipos: silencio del habla, silencio de los ojos, silencio de los oídos y el silencio de la mente. Sólo el último es silencio puro y es el más importante de todos.
Lo que existe en eso que llamamos la Verdad, es sólo: el Ser. El Sí mismo es eso donde no hay absolutamente ningún pensamiento “yo”. Ese es el verdadero silencio [mauna]. El Ser mismo es el mundo; el Ser mismo es el “yo”; el Ser mismo es Dios.
El silencio siempre habla; es el flujo perenne del “lenguaje”. El mismo se interrumpe al hablar, pues las palabras obstruyen este lenguaje mudo. El silencio es permanente y beneficia a toda la humanidad.
Hay tanta conciencia como quietud en la mente; la quietud es exactamente el estado en el que debemos establecernos.
Por medio del silencio, se busca ser elocuente. Es el mejor idioma. La experiencia sin pensamientos del Ser es el silencio.
Hay un estado en que las palabras cesan y el silencio prevalece. Ese estado que trasciende el habla y el pensamiento es el silencio. La experiencia del silencio se puede considerar el real y perfecto conocimiento.
Los sabios dicen que el estado en el que el pensamiento “yo” no se manifiesta en lo más mínimo, es el Sí mismo, que es a su vez silencio. Ese “Yo” silencioso es Dios, así como también es el alma individual. El Ser es este antiguo mundo. Todos los demás conocimientos son sólo conocimientos mezquinos y triviales; sólo la experiencia del silencio es el conocimiento real y perfecto. Sepa que las muchas diferencias objetivas no son reales, sino que son meras superposiciones del Ser, que es en realidad el verdadero conocimiento.
Eso que es, es silencio. ¿Cómo se explica el silencio en palabras? Un voto de silencio no es más que un voto. Puede ayudar en la meditación hasta cierto punto, pero ¿de qué sirve mantener la boca cerrada y dejar que la mente se desboque?
El estado puro de sólo enfocar la atención en el Ser es nuestro propio estado de silencio, que está desprovisto de cualquier otra cosa.
El silencio, que sólo brilla como conciencia del ser, posee la gloria de ser la tapas [esfuerzo espiritual] más alta y potente.
El silencio, no es sólo el medio para alcanzar la liberación, sino que también permanece como la naturaleza misma de la liberación, el mismo (silencio), tiene una magnificencia incomparable.
Si te adhieres a la vía del silencio, con el fin de alcanzar la liberación, no habrá sufrimiento de ningún tipo.
La Realidad Suprema que es la liberación, sólo es experimentada por medio del silencio perfecto. Satisfacer los deseos y sumergirnos en nuestros pensamientos nos aleja de la misma.
Para alcanzar la liberación – cuya puerta es el silencio- el ego que surge como el “yo” separado debe ser completamente destruido.
El silencio es la mejor y más potente iniciación. El mismo fue practicado por Dakshinamurti (Shiva).
El silencio de un ser realizado es muy poderoso, ya que envía olas de influencia espiritual que atraen muchas personas hacia él. El ser iluminado puede sentarse en una cueva y mantenerse en silencio total ya que no tiene la necesidad de salir frente el público. Si es necesario, puede usar a otras personas como instrumento.
El silencio siempre habla. Es el flujo perenne del lenguaje que es interrumpido al hablar. Cuando hablamos, las palabras obstruyen ese lenguaje mudo. Por ejemplo, cuando la electricidad fluye por un cable y se le agrega una resistencia a su paso, la misma brilla como una lámpara y cuando se le agrega un ventilador a su paso, gira sin parar. Sin embargo, en el cable siempre permanece como energía eléctrica. Del mismo modo, el silencio es el flujo del lenguaje obstruido por las palabras.
El silencio es la forma de trabajo más potente. Por más vastas y enfáticas que sean las escrituras, fallan en su efecto. El Gurú siempre está en silencio y la paz prevalece en todo lo que hace. Su silencio es más vasto y enfático que todas las escrituras juntas.
El silencio no significa negar la actividad ni es sinónimo de inercia estancada. No es una simple negación de pensamientos, sino algo más positivo de lo que se puede imaginar.
El silencio que emana del Ser siempre está ahí. Mientras corras al compás de la mente pensante no podrás percibirlo. Es una paz suprema, inmutable como una roca, que apoya todas tus actividades, de hecho, todos los movimientos. Es en este silencio que Dios y las almas liberadas están enraizadas.
El contacto con un sabio iluminado es bueno. Los sabios Trabajan a través del silencio. Al hablar su poder se reduce. El silencio es muy poderoso. El discurso es siempre menos poderoso que el silencio, por eso, el contacto a través de la mente es lo mejor.
La verdadera realización es apreciar por medio de nuestra propia comprensión y sin ningún tipo de obstrucción, la primera causa de todo lo que es, ese silencio que es a su vez la liberación.
El silencio perfecto en el que el ego, la raíz, ha sido destruido, es la verdadera naturaleza que nunca será vencida.
Sólo el silencio, que es el punto final del Gnana [el conocimiento directo de la Realidad que es el Ser], es esa visión verdadera, que es la profunda verdad del Vedanta.
El silencio es el océano en el que se descargan todos los ríos de todas las religiones. Es el discurso del Ser.
En silencio uno está en contacto íntimo con el entorno.
Es la mente la que se deteriora cuando hay un sentimiento de deficiencia. En la plenitud del silencio, sólo hay conciencia, pero no pensamientos.
Debes saber que el estado supremo de liberación existe sólo en una mente que ha alcanzado el estado de silencio y en ningún otro lugar.
Del silencio surgió el pensamiento, del pensamiento, el ego, y del ego, el habla. Entonces, si el discurso es efectivo, ¿cuánto más debe ser su fuente?
¿Qué es lo mejor, predicar en voz alta sin efecto o sentarse en silencio enviando fuerza interior?
No es posible que alguien haga algo opuesto a la ordenanza de Dios, el cual tiene la capacidad de hacer todo y cualquier cosa. Por lo tanto, permanecer en silencio ante los pies del Señor, renunciar a todas las ansiedades de la mente traviesa, defectuosa y engañosa, es lo mejor.
La Realidad que es claramente conocida por los sabios como la meta de todos los Vedas y Agamas, y la observancia de la Realidad recomendada por todas las instrucciones espirituales, no es más que el silencio, el estado de paz suprema.
El silencio es ese estado que trasciende el habla y el pensamiento, es meditación sin actividad mental. La subyugación de la mente es meditación, la meditación profunda es el silencio eterno.
En Samadhi sólo existe el sentimiento “Yo soy” y ningún pensamiento. La experiencia “Yo soy” es estar quieto. El Ser es Dios, “Yo soy” es Dios. Todo lo que se requiere para realizar el Ser, es quedarse quieto.